1. Se adquiere la lámina necesaria para la cantidad de piezas solicitadas por el Banco de México a la Casa de la Moneda.
2. Se preparan las herramientas necesarias para la cantidad de piezas solicitadas.
3. Se realiza el corte de la lámina para obtener el cospel; es decir, el disco metálico, que en el caso de la moneda de diez pesos está conformado de un arillo y un núcleo.
4. Una vez teniendo el cospel, se realiza el labiado de la moneda, que es el borde perimetral.
5. Se aplica un tratamiento térmico en ambas piezas metálicas, seguidas del pulido y el abrillantado.
6. Se realiza la acuñación de la moneda utilizando troqueles y un anillo de contención denominado virola.
7. Se empacan las nuevas monedas y se entregan al Banco de México.