Las víctimas del fraude realizado por Jordan Belfort reclaman parte de las regalías que ha producido la película El Lobo de Wall Street como medio de compensación.
La última película de Martin Scorsese relata la estafa de Jordan Belfort, quien en 1999 se declaró culpable de haber obtenido más de 200 millones de dólares defraudando a inversionistas durante 7 años.
Los afectados reclaman que las regalías destinadas a Belfort por la película sean utilizadas para restituir el dinero que perdieron.
Los abogados fiscalistas aseguran que Belfort ha ganado más de un millón de dólares en los últimos años únicamente con la venta de su libro, en el que está basada la película y los derechos de producción de la misma.
Además de los ingresos que percibe por El Lobo de Wall Street, Belfort se dedica a impartir conferencias motivacionales. De acuerdo a los demandantes, sus bienes están resguardados en Australia donde es difícil que la justicia norteamericana pueda confiscarlos.
Sin embargo, el abogado defensor de Belfort afirma que su cliente ha pagado por completo las restituciones financieras que le fueron solicitadas por las autoridades y, además, que se ha comprometido en donar el 100 por ciento de las regalías de su libro a las víctimas. También negó que Belfort se reubicara en Australia para escapar del escrutinio de la ley.