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Desbalanza comercial

La actividad comercial de México está en un subibaja. La expectativa de un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, ha empujado el valor del dólar a su punto más alto en más de una década. Lo cual, a primera vista no es una tragedia, pues esto beneficia las exportaciones, uno de nuestros principales motores comerciales. Estamos arriba.

Sin embargo, también encarece las importaciones estadounidenses, lo cual podría impulsar significativamente la inflación mexicana. Estamos abajo.

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la depreciación que el peso ha sufrido frente al dólar en lo que va del año
"Si la Fed alza su tasa, será debido a que tienen una perspectiva de que la inflación se dirige hacia arriba, y más importantemente de que el desempleo está cayendo y la economía se está recuperando"
Agustín Carstens CarstensGobernador del Banco de México
"Tenemos que reconocer que el mundo le presenta a México retos importantes (...) sin embargo hay que reconocer que en 2015 el consumo (en el mercado interno) ha tenido un desempeño sólido"
Luis Videgaray CasoSecretario de Hacienda
y Crédito Público
https://www.youtube.com/watch?v=I5AwRWOKvAo

La actividad comercial de México está en un subibaja. La expectativa de un alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, ha empujado el valor del dólar a su punto más alto en más de una década. Lo cual, a primera vista no es una tragedia, pues esto beneficia las exportaciones, uno de nuestros principales motores comerciales. Estamos arriba.

Sin embargo, también encarece las importaciones estadounidenses, lo cual podría impulsar significativamente la inflación mexicana. Estamos abajo.

Además, China –nuestro tercer socio comercial más importante– tiene la mayor devaluación del yuan, su moneda, desde 1993 lo cual amenaza con ampliar el déficit comercial que nuestro país sostiene con el gigante asiático, que actualmente es 15 veces mayor a lo que era en 2001.

La devaluación también abarata sus productos, volviéndolos más atractivos para los consumidores extranjeros. Esta competitividad pone en riesgo a los productos mexicanos, pues las exportaciones chinas podrían llegar a reemplazar a los productos nacionales en Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial.

La combinación de estos dos factores no solo presiona al sector exportador mexicano, por si fuera poco, esta coyuntura pone en riesgo los objetivos económicos para este año y el próximo.

China: El socio incómodo

México ha sostenido un déficit comercial con China desde hace décadas, cuyo ritmo de crecimiento se ha acelerado en la última década. El déficit registrado en 2014 –superior a los 60.2 mil millones de dólares (mmdd)– es 15 veces más grande que el que se vio en 2001, que fue de apenas 4.3 mmdd.

Sin embargo, una reciente decisión por parte de las autoridades chinas arriesga ampliar aún más este déficit, y amenaza a las exportaciones mexicanas que van al mercado estadounidense.

El pasado 11 de agosto, el Banco Popular de China anunció la mayor devaluación de su moneda desde 1993. De ese aviso a la fecha, el yuan chino se ha depreciado más de 2.5 por ciento.

La medida fue justificada como una liberalización del tipo de cambio, permitiendo al valor del yuan ser determinado más por el mercado que por las autoridades del banco central.

Sin embargo, expertos señalan que las autoridades también esperan que la devaluación vuelva más competitivas a las exportaciones chinas, dándole un impulso a este sector y empujando hacia arriba al crecimiento económico de su país.

Devaluación competitiva

Esta mayor competitividad no sólo impulsaría la demanda por las importaciones chinas en México, ampliando de paso el déficit comercial chino-mexicano, sino que además volvería los productos chinos más atractivos que los mexicanos en el mercado estadounidense.

Esto le otorgaría aún más terreno a China en las importaciones de Estados Unidos, intensificando la tendencia de avance que registra desde hace más de una década.

Mientras que en 2000 las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos rebasaban a las chinas (136 mmdd contra 100 mmdd), en 2014 éstas representaron apenas el 63 por ciento de lo que China envía al mercado estadounidense.

Ante esta situación, la iniciativa privada acusa al Gobierno de no tener una estrategia clara para hacer frente a China.

Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), ha dicho que por cada punto porcentual de participación que ganan las importaciones chinas dentro de la balanza comercial de Estados Unidos se pierden 3 mil empleos mexicanos y se reduce el Producto Interno Bruto (PIB) del país en un 0.125 por ciento.

El golpe del superdólar

De acuerdo al reporte del índice que mide el tipo de cambio del dólar contra una canasta de 26 divisas (entre las cuales se encuentra el peso mexicano) de los socios comerciales de Estados Unidos, el valor de la moneda estadounidense se encuentra actualmente en su punto más alto desde el 2003.

El índice muestra que el valor del dólar se ha incrementado más de 18 por ciento desde el cierre del 2013 hasta la fecha.

En el caso del peso, éste se ha depreciado más de 12.7 por ciento contra el dólar en lo que va del 2015, lo cual incrementa los ingresos que los exportadores mexicanos reciben al convertir sus ventas de dólares a pesos, pero al mismo tiempo encarece las importaciones que México recibe.

Hasta el momento el encarecimiento de las importaciones no se ha manifestado en la tasa de inflación mexicana, que enfila los últimos cuatro meses tocando mínimos históricos.

Sin embargo, Manuel Herrera, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), advirtió recientemente que diversos sectores industriales del país ya no pueden absorber en sus costos el encarecimiento del dólar, por lo que tendrán que subir sus precios en los próximos meses.

Alza no retrocede

Bloomberg reporta que los expertos no prevén que los factores que han contribuido al ascenso meteórico del dólar retrocedan pronto.

En primer lugar está la expectativa de un alza de tasas de interés, la primera desde el 2006, por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense. Un alza de tasas volvería más atractivo el invertir en Estados Unidos; en consecuencia, otros países verían fugas de capital y mayores depreciaciones de sus monedas.

El mercado de futuros asigna una probabilidad implícita de sólo 30 por ciento a que la Fed decida alzar su tasa el día de hoy. De no hacerlo, el calendario de la Fed muestra que las autoridades monetarias estadounidenses podrían realizar su alza en octubre o en diciembre, pero el consenso de especialistas señala que diciembre es la fecha más probable.

Por otro lado, los programas de estímulo monetario emprendidos por los bancos centrales de economías como China, Japón, y la Unión Europea han debilitado a otras de las mayores divisas del mundo contra el dólar. La debilidad económica en estos lugares asegura que estos programas se mantendrán en el corto plazo.

Crecimiento en claroscuro

La situación en China y en Estados Unidos implica consecuencias tanto negativas como positivas para México, por lo que el panorama económico del país muestra claroscuros para el cierre del 2015 y para el 2016.

La apreciación del dólar preocupa no sólo por el encarecimiento de las importaciones, sino también porque esto vuelve más difícil para las empresas mexicanas pagar sus deudas denominadas en la divisa estadounidense.

La división de administración de activos del banco JPMorgan considera a México como uno de los mercados emergentes más vulnerables ante la actual coyuntura.

Esto debido a que se calcula que sus reservas internacionales sólo podrían cubrir durante 1.6 años su déficit financiero (la combinación de su déficit de cuenta corriente, el pago de sus deudas a corto plazo y la reducción de la inversión extranjera directa).

Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, el diario Financial Times reporta que México está bien posicionado para aguantar la tormenta que azota a los mercados emergentes.

Las preocupaciones por parte de la deuda y de las importaciones se ve balanceada con mayores ingresos en el sector exportador. A esto hay que agregar que la continua mejora de la economía estadounidense, destino de aproximadamente el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas, debe impulsar el crecimiento económico del país.

Objetivos oficiales

Después de un par de años decepcionantes, México podría por fin cumplir con sus objetivos de crecimiento económico.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pronostica que la economía de México crecerá entre 2 y 2.8 por ciento este año. Esta estimación se alínea con la del Fondo Monetario Internacional, que prevé una tasa de crecimiento de 2.4 por ciento.

En el marco del Foro Expansión 2015, el titular de la SHCP, Luis Videgaray, reconoció que “el mundo le presenta a México retos importantes”, agregando que “sin embargo hay que reconocer que en 2015 el consumo (en el mercado interno) ha tenido un desempeño sólido”.

A esta perspectiva se agrega la de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México (Banxico). A finales de agosto, durante el simposio anual de la Fed en Jackson Hole, Wyoming, Carstens indicó que un alza de tasas de interés en Estados Unidos representaría un reto para México pero también sería “muy buenas noticias”.

“Si la Fed alza su tasa, será debido a que tienen una perspectiva de que la inflación se dirige hacia arriba, y más importantemente de que el desempleo está cayendo y la economía se está recuperando”, explicó Carstens en entrevista con Reuters.

Avalancha china

> Además de ampliar el déficit comercial entre México y China, hoy 15 veces más grande que en 2001, el avance de las exportaciones chinas le quita participación de mercado a los productos mexicanos en el mercado de Estados Unidos, el principal socio comercial del país:

China es el tercer socio comercial del país, detrás de Estados Unidos y Canadá

> El ritmo de crecimiento del déficit comercial chino-mexicano se incrementó posterior a la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio en 2001

> Entre 1993 y el 2000, el déficit comercial con China se incrementó casi 7 veces. Entre 2001 y 2014, este incremento fue de más de 15 veces

> El crecimiento de las importaciones chinas, el factor principal que impulsa el déficit, se ve alimentado por dos políticas económicas: subsidios estatales y (recientemente) devaluación competitiva del yuan

> La devaluación del yuan ha sido caracterizada como una exportación de deflación, ya que el abaratamiento de sus exportaciones contribuye a la deflación en el exterior

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