Desesperación venezolana

Momentos desesperados requieren remedios desesperados, y para el gobierno de Venezuela la combinación de la peor recesión en más de una década y una tasa de inflación de triple dígito parece ser desesperación suficiente. 

Mediante un discurso televisado, el presidente Nicolás Maduro anunció este miércoles una devaluación de la moneda , una flexibilización en el control cambiario, y recortes de subsidios que resultarán en la primer alza en el precio de la gasolina venezolana en 20 años.

Las medidas buscan contrarrestar la severa crisis económica por la que Venezuela está atravesando, la cual la ha convertido en la economía más miserable del mundo según el índice de miseria derivado de la suma de sus tasas de inflación y de desempleo. 

En 2015 la economía venezolana se contrajo 5.7 por ciento, según estimaciones del Banco Central de Venezuela, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una contracción de 8 por ciento para este año. El resultado ha sido una tasa de desempleo que rebasa el 7 por ciento.

A esto se agrega la tasa de inflación más alta del mundo, la cual cerró el 2015 a un nivel anualizado de casi 181 por ciento, según datos oficiales. Alejandro Werner, director para el hemisferio occidental en el FMI, estima que en realidad la tasa del 2015 fue de 275 por ciento, y que en 2016 ésta alcanzará un crecimiento de 720 por ciento.

Bolívar devaluado…

De acuerdo con lo anunciado esta semana, el Cencoex, uno de los tipos de cambio oficiales del bolívar venezolano, utilizado para importaciones esenciales de alimentos y medicinas, se debilitará hasta un nivel de 10 bolívares por dólar desde su actual nivel de 6.3 – una devaluación de casi 59 por ciento.

Al mismo tiempo se eliminó el Sicad, un tipo de cambio intermedio de 13.5 bolívares por dólar. El Simadi, de 203 bolívares por dólar, pasará a un sistema “flotante” para todas las compras que no correspondan al Cencoex. Mientras tanto el tipo de cambio en el mercado negro sigue rebasando los mil bolívares por dólar.

…y gasolina encarecida

Por primera vez desde 1996, el gobierno venezolano recortará los subsidios que mantienen la gasolina de su país como la más barata del mundo. 

A partir de hoy el precio de la gasolina de 91 octanos se incrementará 1,329 por ciento, hasta llegar a un bolívar por litro, mientras que el de la gasolina de 95 octanos se aumentará 6,086 por ciento para llegar a los 6 bolívares por litro.

La paraestatal petrolera de Venezuela, PDVSA, indicó mediante un comunicado que la medida podría ahorrarle 68 mil millones de bolívares en costos para este año, lo cual equivaldría a entre 68 millones y 6.8 mil millones de dólares dependiendo de cuál tipo de cambio sea tomado como referencia. 

El ahorro también equivaldría al 5 por ciento del presupuesto gubernamental para este año, según cálculos de Reuters.

Complicando el panorama para el gobierno de Maduro, las alzas en los precios de gasolina han sido extremadamente mal recibidas por los venezolanos en el pasado. Esta historia incluye las protestas que resultaron en los infames disturbios del ‘Caracazo’, donde cientos de personas murieron.

Default a la vista

A pesar de lo radical que podrían parecer las nuevas medidas, éstas no han logrado convencer a los mercados, que las ven como insuficientes ante un déficit fiscal que equivale a casi el 25 por ciento del producto interno bruto de Venezuela.

Los expertos se mantienen preocupados acerca de los 10 mil millones de dólares en deuda pública que Venezuela tendrá que pagar a lo largo de este año, temiendo que una caída hacia el incumplimiento de pagos ocurra en los próximos meses.

La situación de Venezuela se ve empeorada por su dependencia petrolera. La venta de crudo representa el 95 por ciento de las exportaciones venezolanas, y se prevé que en este año los ingresos petroleros del país caigan 70 por ciento.

Analistas del banco francés BNP Paribas reportaron que Maduro está “tapando el sol con un dedo”, mientras que economistas del banco estadounidense Citigroup indicaron que “estas nuevas medidas no llegan a solucionar los problemas subyacentes detrás de las tasas de inflación más altas del mundo en un contexto de contracción económica”.

Risa Grais-Targow, analista en la consultora Eurasia Group, considera que las nuevas medidas no lograrán contrarrestar las “profundas distorsiones y continuo deterioramiento de la economía” de Venezuela, y que de hecho probablemente exacerben la inflación y el descontento en el corto plazo, “probablemente impulsando un cambio de régimen más tarde este año o al inicio del próximo”.