La narrativa de la economía mexicana continúa en un espiral negativo. En un movimiento que se ha convertido en costumbre, los especialistas en economía del sector privado que son consultados mensualmente por Banco de México redujeron su expectativa de crecimiento para este año de 2.16 por ciento a 2.13 por ciento.
En 14 de las últimas 15 encuestas mensuales, la media de las expectativas de crecimiento de los especialistas del sector privado ha sido recortada. En julio del año pasado, se esperaba que el país creciera alrededor del 3.19 por ciento en 2016. Ahora, el pronóstico se acerca al límite inferior de la expectativa de la Secretaría de Hacienda, que recientemente recortó su proyección de crecimiento esperado al rango de 2 a 2.6 por ciento.
De igual forma, las expectativas de crecimiento para el 2017, el 2018 y para los siguientes diez años fueron revisados a la baja. El consenso de analistas espera que la economía mexicana se expanda 2.4 por ciento este año y a una tasa promedio anual de 3 por ciento a partir de 2018. La cifra se ubica muy por debajo de la promesa de inicio de sexenio de la Secretaría de Hacienda de que el producto interno bruto de México crecería a tasas de alrededor de 5 por ciento.
En el último comunicado de política monetaria del Banco de México, la Junta de Gobierno refirió que el balance de riesgos para el crecimiento se había deteriorado. En el segundo trimestre del año, la economía mexicana registró una contracción de 0.2 por ciento frente al periodo inmediato anterior.
Ésta representa la primer caída trimestre a trimestre desde el 2013, cuando se estuvo al borde de una recesión técnica.
Política económica a la defensiva
El panorama de la política fiscal y de la política monetaria es poco alentador. El país se encuentra en medio de un proceso de consolidación de las finanzas públicas que ha exigido que el Gobierno federal se interne en un programa de austeridad. El presupuesto para el siguiente año que ha sido propuesto por la Secretaría de Hacienda contempla un recorte al gasto público de casi 240 mil millones de pesos.
Además, ante un entorno adverso que ha derivado en una depreciación significativa del peso mexicano frente al dólar, Banco de México ha incurrido en una política de restricción monetaria, en detrimento del crecimiento. En los últimos 10 meses, la tasa de interés de referencia del banco central se ha incrementado en 175 puntos base.
Los especialistas en economía consultados por Banco de México también revisaron su perspectiva del tipo de cambio de manera significativa. Se espera que éste cotice en una razón de 18.90 pesos por dólar para final del año, un incremento de 40 centavos respecto a la proyección del mes pasado.