Ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) publicó las minutas de su última reunión de política monetaria. El documento muestra un banco central dividido en el que los miembros que argumentan a favor de un alza en la tasa de interés de referencia comienzan a ganar preponderancia.
“Un creciente número de miembros del comité están jalando en la dirección de un alza, de modo que se vuelve cada vez más difícil para Janet Yellen (presidenta de la Fed) contener estas posturas”, aseguró al portal Bloomberg Roberto Perli, un antiguo miembro de la Fed que actualmente funge como estratega de inversión en el fondo Cornerstone Macro.
En diciembre del 2015, por primera vez en el periodo posterior a la crisis global, la Fed elevó su tasa de interés de referencia a un rango de 0.25 por ciento a 0.5 por ciento. Desde entonces, el banco central no ha realizado movimientos.
En la reunión de política monetaria de septiembre, la Fed determinó que dejaría sin cambio la tasa de interés de referencia. De los 10 miembros del comité de mercado abierto del banco central, tres se opusieron a la medida.
Entre ellos se encuentra Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston. Rosengren, quien era un partidario de la política monetaria laxa, ha argumentado en sus intervenciones públicas que el mantenimiento de las tasas de interés en niveles cercanos a cero por mucho tiempo puede generar desbalances para la estabilidad financiera global.
A nivel mundial, un cambio en la política monetaria de Estados Unidos podría acercar a la Fed hacia un ciclo de normalización que ponga fin a casi una década en la que la tasa de interés de referencia se encuentra en niveles cercanos a mínimos históricos. El consenso de analistas sostiene que esta condición representa el principal soporte de la actual tendencia alcista de los mercados. El retiro de este “apoyo artificial” implicaría necesariamente un ajuste que podría dar origen a un nuevo episodio de turbulencia en el sistema financiero.
Dependencia estadounidense
Para México, las repercusiones de un cambio en la política monetaria de la Fed son más evidentes.
El diferencial entre la tasa de interés de referencia de México y la tasa de interés de referencia de Estados Unidos es una de las variables más relevantes para Banco de México.
Frente al discurso de la Fed de la inminencia del proceso de normalización monetaria, Banco de México ha elevado su tasa de interés de referencia en 175 punto base en los últimos 10 meses.
En un momento en el que la depreciación del peso frente al dólar, y su potencial traspaso a la inflación, representan la principal preocupación del banco central mexicano; la política monetaria mexicana ha adquirido una postura defensiva.
Aunque el cambio en el nivel de precios aún se encuentra debajo del objetivo de 3 por ciento del banco central; el comportamiento al alza de la inflación subyacente y de los precios al productor han encendidos focos de alarma para las autoridades monetarias.
En ese sentido, la publicación de las minutas de la Fed ofrecen un adelanto de la dirección que deberá tomar la política monetaria mexicana en los próximos meses.
El mercado asigna una probabilidad de dos tercios a que el banco central estadounidense elevará su tasa de interés de referencia en diciembre.
Hoy, Banco de México publicará las minutas de su última reunión de política monetaria.