El inversionista improbable
México se ha convertido en un tema central en las campañas electorales de Estados Unidos. La retórica antimexicana del candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha encontrado eco en sectores de la población que han sido testigos de un profundo cambio demográfico y económico.
Indigo Staff
México se ha convertido en un tema central en las campañas electorales de Estados Unidos. La retórica antimexicana del candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha encontrado eco en sectores de la población que han sido testigos de un profundo cambio demográfico y económico.
En ese sentido, el discurso de Trump ha hecho de México un sinónimo de inmigración ilegal y pérdida de empleos manufactureros para el electorado que pertenece a la clase trabajadora, uno de los menos beneficiados por la oleada de globalización que inició hace 30 años.
Desde el año 2000, se han perdido alrededor de 5 millones de empleos manufactureros en Estados Unidos, de acuerdo a cifras oficiales.
La tendencia explica gran parte del enojo de la clase trabajadora con las élites, generalmente adscritas a posturas favorables al libre comercio.
Una de las pocas propuestas concretas de la plataforma económica de Trump es la de renegociar de manera inmediata del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Sin embargo, un estudio del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, firmado por Ángeles Villarreal e Ian Ferguson, detalla que el TLCAN no ha incidido, en términos netos, en una pérdida o incremento de empleos estadounidenses.
El consenso de analistas argumenta que la sangría de trabajos remunerados en el sector manufacturero obedece en gran medida al cambio tecnológico de las últimas décadas. Esto ha incentivado una migración de la estructura económica de EU hacia el sector de los servicios.
No obstante, el TLCAN ha facilitado la inversión de empresas mexicanas en Estados Unidos. El centro de investigación Wilson Center estima que la inversión extranjera directa anual de México en Estados Unidos pasó de 5.3 mil millones de dólares en 2006 a 16.6 mil millones de dólares en el
2015.
Andrew Selee, vicepresidente ejecutivo del Wilson Center, dijo al diario The Wall Street Journal: “Ha ocurrido un cambio en el que los mexicanos pasaron de cruzar la frontera para buscar empleos a tener este auge de inversión que está creando trabajos en Estados Unidos.”
Dependencia mexicana
De acuerdo al Gobierno mexicano, al menos 123 mil empleos dependen de la inversión de empresas mexicanas en Estados Unidos.
La expansión de las operaciones de firmas como Bimbo, Mexichem, Gruma y Arca Continental al norte de la frontera han contrarrestado la tendencia de pérdida de empleos manufactureros.
“La infusión de capital mexicano ha salvado algunas marcas clásicas de Estados Unidos, preservando los empleos que dependen de ellas”, refirió Selee, asesor en jefe del Mexico Institute, un organismo que depende del Wilson Center.
Juan Pablo del Valle, el presidente de Mexichem, mencionó en una carta en la que critica la postura antimexicana de Trump que su compañía ha invertido 2 mil millones de dólares en 13 estados de la Unión Americana en los últimos cinco años.
Bimbo, por otra parte, ha invertido mil millones de dólares desde el 2012 en sus operaciones en Estados Unidos.