La narrativa Trump
Hasta el momento, el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos no ha enviado señales concluyentes respecto del rumbo que tomará la política económica durante la administración de Trump.
Sin embargo, las expectativas del mercado reflejan una paradoja que implica una lectura divergente del futuro cercano de la economía estadounidense. Mientras que los fondos de activos emergentes presentan una salida generalizada de flujos de capital, las acciones estadounidenses han respondido positivamente al triunfo electoral de Donald Trump.
Hasta el momento, el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos no ha enviado señales concluyentes respecto del rumbo que tomará la política económica durante la administración de Trump.
Sin embargo, las expectativas del mercado reflejan una paradoja que implica una lectura divergente del futuro cercano de la economía estadounidense. Mientras que los fondos de activos emergentes presentan una salida generalizada de flujos de capital, las acciones estadounidenses han respondido positivamente al triunfo electoral de Donald Trump.
Desde el 8 de noviembre, el índice MSCI de mercados emergentes ha perdido el 6.1 por ciento de su valor. En cambio, el índice S&P 500 de acciones estadounidenses ha avanzado 2.08 por ciento en el mismo periodo.
Mohamed El-Erian, asesor económico en jefe de Allianz y una de las voces más influyentes de Wall Street, atribuye esta diferencia a perspectivas encontradas de las implicaciones que tendrá la política comercial de la administración de Trump.
“Respecto al comercio, los inversionistas de acciones estadounidenses parecen más conformes que sus contrapartes de mercados emergentes con la noción de que la retórica proteccionista, que conlleva un riesgo anti crecimiento, será puesto de lado conforme Trump adopte un enfoque más conciliatorio, inclusivo y constructivo”, argumentó El-Erian en un artículo de opinión para el diario Financial Times.
Dada la expectativa de mayores tasas de interés, reflejado en el comportamiento reciente del mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos, así como la amenaza latente de la implementación de tarifas arancelarias significativas; es entendible por qué los activos emergentes han reaccionado negativamente al discurso de Trump.
No obstante, el auge en el mercado de acciones parece soslayar la retórica proteccionista que fue constante a lo largo de la campaña del candidato republicano.
En cambio, los inversionistas que privilegian esta clase de activos ha centrado su atención en la intención de la administración de Trump de implementar un programa de infraestructura a 10 años de un billón de dólares. Esto representa un cambio de 180 grados en el paradigma macroeconómico.
Hasta el momento, el equipo de transición de Trump se ha referido de manera enfática a dicho plan de infraestructura como un punto central para estimular a la aletargada economía estadounidense.
Por otra parte, la única mención significativa de la política comercial corresponde a un memorándum interno del equipo de transición que no pretendía hacerse público.