El ancla del presupuesto
Desde mediados del 2014 hasta la fecha, el barril de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) perdió alrededor del 60 por ciento de su valor. En los últimos dos sexenios, el barril de crudo mexicano se cotizó en promedio casi en los 100 dólares, pero actualmente se le dificulta superar los 40 dólares.
Alejandro Dabdoub
Desde mediados del 2014 hasta la fecha, el barril de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) perdió alrededor del 60 por ciento de su valor. En los últimos dos sexenios, el barril de crudo mexicano se cotizó en promedio casi en los 100 dólares, pero actualmente se le dificulta superar los 40 dólares.
Las circunstancias obligaron a Hacienda a modificar sus pronósticos de precios. A principios de año vaticinó que el barril de MME promediaría los 55 dólares durante el 2016. No obstante, la semana pasada contrató el seguro de coberturas petroleras del siguiente año a un precio de 49 dólares por barril.
No será hasta que se presente el Paquete Económico 2016 que se dará a conocer el precio del petróleo en el que se basará el próximo presupuesto federal.
El desplome petrolero se debe a que existe una gran abundancia de crudo en el mundo en un momento en el que la demanda se vio afectada negativamente por la desaceleración económica de varios países.
La gran cantidad de crudo en los mercados proviene, sobre todo, de Estados Unidos, donde la explotación de yacimientos shale ha traido una revolución energética. Este nuevo método para extraer petróleo y gas permitió que los estadounidenses aumentaran su producción a un nivel que no veían desde la década de los 70.
¿Y Pemex?
Los problemas para la empresa productiva del Estado llegan de varios frentes. Además del desplome de los precios internacionales del petróleo, Pemex debe lidiar con recortes presupuestales y la necesidad de competir por primera vez con empresas privadas.
Sin embargo, el mayor obstáculo hasta el momento reside en que la petrolera no encuentra una solución para reducir su gasto laboral.
La empresa petrolera es calificada por expertos en la industria como demasiado grande e ineficiente debido, en gran parte, a que sus trabajadores sindicalizados gozan de tantos privilegios que es prácticamente imposible despedirlos.
Hasta el momento los directivos de Pemex continúan negociando el contrato colectivo de trabajo con el sindicato, pero no se prevé un buen desenlace.
El fracaso del cártel
Al verse amenazados por la nueva competencia en el sector energético, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió iniciar una guerra de precios, aumentando su producción de crudo para inundar el mercado.
La decisión, que fue tomada casi en su totalidad por Arabia Saudita, líder de la OPEP, pretendía sacar del mercado a los productores de shale que tienen costos más elevados y necesitan un mayor precio del petróleo para mantenerse rentables.
Sin embargo, a casi un año de su implementación, la mayoría de los analistas concuerdan en que la estrategia no funcionó. Los productores de shale siguen en el negocio y el precio del crudo sigue cayendo.
“La OPEP es el pasado, y su poder sobre las economías del mundo se ha reducido significativamente”, dijo John Hickenlooper, gobernador de Colorado, hace unos meses en entrevista con el diario The Wall Street Journal.
Esta opinión refleja la pérdida de influencia que la OPEP ha sufrido. Mientras que en 1979 el cártel petrolero controlaba más del 50 por ciento de la producción global de crudo, dándole amplio poder para fijar precios, hoy en día su participación es de sólo 40 por ciento, aproximadamente.