El dilema del tequila

Desde su registro como denominación de origen, el tequila se convirtió en una bebida de producción exclusiva del estado de Jalisco. Esta victoria para la industria tequilera nacional acabó con todas las imitaciones baratas y provocó un crecimiento acelerado del mercado del tequila.

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, anualmente se producen más de 300 millones de litros de tequila con ingresos de alrededor de los 21 mil millones de pesos.

Lo anterior se debe en gran parte al aumento mundial en la demanda del tequila a partir de los años 90. 

Desde su registro como denominación de origen, el tequila se convirtió en una bebida de producción exclusiva del estado de Jalisco. Esta victoria para la industria tequilera nacional acabó con todas las imitaciones baratas y provocó un crecimiento acelerado del mercado del tequila.

De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, anualmente se producen más de 300 millones de litros de tequila con ingresos de alrededor de los 21 mil millones de pesos.

Lo anterior se debe en gran parte al aumento mundial en la demanda del tequila a partir de los años 90. 

Sin embargo, el crecimiento acelerado del sector ha ocasionado otros problemas con la sobreexplotación de las cosechas de agave.

La producción masiva de tequila se ha conseguido, en parte, sacrificando la calidad del producto final, por lo que se ha creado un nicho para que ciertas empresas se dediquen a producir tequilas finos.

Problemas en el campo

El proceso para cultivar el agave y fabricar el tequila es largo y costoso. Se necesitan entre 8 y 10 años para que la planta de agave madure lo suficiente y los agricultores puedan cosechar los frutos a mano.

A partir de 1990, muchos productores comenzaron a utilizar herbicidas y pesticidas, en las que empresas agrícolas estadounidenses y la muy cuestionada Monsanto estuvieron involucradas. El resultado fue desastroso, ya que las nuevas generaciones de agaves eran de menor calidad y se produjeron problemas de erosión y calidad del agua.

Desde entonces se ha generado una diferenciación entre los productores que adoptan tecnologías para aumentar la cantidad sacrificando calidad, y aquellos que siguen métodos tradicionales.

El problema es que la cercanía entre los distintos sembradíos hace que sea más fácil la propagación de cosechas defectuosas. 

Asimismo, los métodos inorgánicos para reproducir el agave han causado la migración de insectos y animales a otras regiones, por lo que los productores tradicionales han tenido que adaptarse a las nuevas condiciones del campo.

Existen varios intentos por parte de los investigadores para conseguir nuevos métodos de cultivo que puedan mantener la calidad del tequila y, al mismo tiempo, aumentar la producción para satisfacer la demanda.

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