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El escudo de las remesas

En medio de una coyuntura de bajo crecimiento económico y de fugas masivas de capital en los mercados emergentes debido a la expectativa de un alza de tasas de interés en Estados Unidos, México ha sido catalogado en una categoría diferente en relación a la mayoría de los países en desarrollo.

Su estabilidad macroeconómica, su integración con la primera economía del mundo, su impulso reformista y su apertura comercial y financiera son los factores que más menciones reciben respecto a por qué México se distingue entre las economías emergentes.

23,700
millones de dólares el monto total de remesas que México recibió en 2014; en comparación, la inversión extranjera directa durante el mismo periodo fue de sólo 22,600 millones de dólares
“Las remesas son relativamente estables y acíclicas: son estables incluso durante episodios de extrema volatilidad financiera y pueden ayudar a promover la estabilidad del consumo”
Dilip RathaEconomista en jefe del área
de migración y remesas
del Banco Mundial
https://www.youtube.com/watch?v=A8ApoSnuK8Y

En medio de una coyuntura de bajo crecimiento económico y de fugas masivas de capital en los mercados emergentes debido a la expectativa de un alza de tasas de interés en Estados Unidos, México ha sido catalogado en una categoría diferente en relación a la mayoría de los países en desarrollo.

Su estabilidad macroeconómica, su integración con la primera economía del mundo, su impulso reformista y su apertura comercial y financiera son los factores que más menciones reciben respecto a por qué México se distingue entre las economías emergentes.

Sin embargo, hay un factor constante que ha asegurado la entrada de divisas al país, independientemente de los ciclos económicos globales: las remesas. El año pasado, ingresaron al país 23.7 mil millones de dólares por este concepto, cifra superior a la entrada de inversión extranjera directa para el mismo periodo, que fue de 22.9 mil millones de dólares.

Esto es parte de una tendencia mundial en la que las remesas hacia países emergentes se ha incrementado desde el 2009, lo cual contrasta con la inestabilidad de la inversión extranjera directa y la inversión en cartera destinada a estos países.

Desde Brasil hasta Rusia, las principales economías emergentes están sufriendo una salida de capitales que se ha traducido  en un deterioro macroeconómico que frena al crecimiento.

No obstante, un grupo de países que incluye a México, Filipinas, China e India ha compensado el riesgo de los altos niveles de volatilidad financiera con el ingreso consistente de remesas.  El Banco Mundial dijo que la entrada de remesas a los países emergentes alcanzará los 427 mil millones de dólares este año, cerca de los 443 mil millones de dólares que ingresarán por la inversión en valores financieros.

Para el 2017, la cantidad de divisas que los trabajadores enviarán desde el exterior hacia sus países de origen llegará a 471 mil millones de dólares, de acuerdo a proyecciones del Banco Mundial. 

Inestabilidad vs. constancia

El mundo aún no ha podido retomar el dinamismo de los años previos a la crisis global de 2008.  El resultado es un nuevo escenario de bajo crecimiento estructural en el que las economías emergentes pasaron de ser un importante motor económico a una carga para la demanda global.

A inicios del mes pasado, el Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento mundial desde 3.5 por ciento a 3.1 por ciento en gran medida por la desaceleración de los países en desarrollo.

El síntoma más evidente de esta nueva normalidad es la caída que ha sufrido la inversión extranjera directa en los países emergentes en los últimos años. Esto se conjuga con la alta variabilidad de la inversión en cartera que produce una mezcla peligrosa de inestabilidad para los países con indicadores macroeconómicos comprometidos.

Citibank publicó un reporte en septiembre titulado “¿Por qué la debilidad de los mercados emergentes está teniendo un impacto tan grande?” en el que se concluye que los flujos de capital hacia estos países se encontraban en mínimos no vistos desde la década de los noventa.

En cambio, las constancia de las remesas ofrece un colchón financiero que no está sujeto a los vaivenes de la economía global en la misma medida en que la inversión en cartera está condicionada, por ejemplo, por el cambio en las tasas de interés de los países desarrollados.

Si bien, la política económica de México se ha abocado a garantizar una serie de requerimientos para hacer del país un destino predilecto de inversión, las remesas han constituido una fuente de divisas que ha sido más significativa a lo largo del tiempo. 

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> Protección financiera Por Rolando Hinojosa

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