El otro rostro de la tragedia
Cuatro días después de la explosión de una toma clandestina en el municipio de Hidalgo, decenas de familias aún mantienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos
Nayeli Meza OrozcoLa pesadilla de Elizabeth Muñoz comenzó con un estallido. Poco antes de que se ocultara el sol, su primogénito Alejandro salió corriendo de casa con un bidón en la mano y desde el viernes pasado no sabe nada de él.
“Están regalando gasolina, ma’, ahorita vengo”, fue lo último que le dijo el joven de 19 años a su madre, a pesar de los intentos de la ama de casa para evitar que su hijo acudiera al lugar de la fuga en un campo de cultivo en el municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo.
Desde el momento en que una vecina le alertó sobre lo ocurrido, Elizabeth ha deambulado en la llamada zona cero, hospitales, centros de información, funerarias y oficinas del Servicio Médico Forense sin éxito.
“Él no era huachicolero, no sabía lo que estaba haciendo, fue porque la gente empezó a correr para sacar gasolina. Yo le dije que no lo hiciera, pero se le hizo fácil y ahora no sé en dónde está. Yo sólo quiero que regrese a casa, quiero que me devuelvan a mi hijo”, comparte Elizabeth con la voz entrecortada.
Entre la desigualdad y la desesperanza
Tlahuelilpan colinda a unos cuantos kilómetros de la refinería de Tula y tiene una población de 18 mil habitantes, de los cuales 10 mil 218 viven en pobreza, que equivalen a 55.1 por ciento del total, de acuerdo con los últimos datos disponibles en el Coneval.
Luis Baños, abogado postulante por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), considera que la explosión del ducto clandestino profundizó una grieta y al mismo tiempo evidenció la desigualdad social y económica que se vive en el municipio hidalguense.
“No podemos culpar a las personas por el engaño del que fueron víctimas y en un contexto legal tampoco a Pemex porque la estrategia contra el huachicol era necesaria desde hace años”, explica el también exdiputado local.
Asimismo, el maestro en Derecho hace énfasis en que se deben impulsar políticas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de los habitantes no sólo del municipio hidalguense, sino de las zonas más marginadas del país.
El Gobierno federal ha dado a conocer que en los próximos días se pondrá en marcha un plan dirigido a los pobladores que viven cerca de ductos que suministran combustible, con el objetivo de debilitar la estructura del huachicoleo, delito que le ha costado al país al menos 65 mil millones de pesos anuales.
Del periodo comprendido entre 2016 y 2019 aproximadamente 80 por ciento de las tomas clandestinas se han concentrado en siete estados: Hidalgo, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Estado de México y Tamaulipas.
En lo que va del año, Hidalgo pasó del segundo al primer lugar como el estado con el mayor número de tomas clandestinas con 164 perforaciones, seguido de Veracruz, en segundo lugar, y el Estado de México, según el Gobierno federal, aunque en la página de Pemex los datos aún no se han actualizado.
Alejandro es el mayor de seis hermanos y también el sustento de su casa. Tras la muerte de su padre, el joven se convirtió en el proveedor y aunque los pronósticos no son alentadores, como cualquier madre, Elizabeth Muñoz mantiene la esperanza de encontrar a su hijo.