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El peso sufre

El peso mexicano ha visto mejores días. En el mercado cambiario mayorista, el valor de la moneda nacional tocó un mínimo histórico de 15.80 pesos por dólar esta semana, mientras que en el minorista el precio promedio del dólar no baja de los 16 pesos.

7
por ciento la caída aproximada que el peso ha sufrido contra el dólar en lo que va del año
El peso ha sido una de las monedas de países emergentes con peor desempeño en los mercados en los úlimos tres meses
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El peso mexicano ha visto mejores días. En el mercado cambiario mayorista, el valor de la moneda nacional tocó un mínimo histórico de 15.80 pesos por dólar esta semana, mientras que en el minorista el precio promedio del dólar no baja de los 16 pesos.

Aún con la ligera apreciación que el peso registró durante la jornada de ayer, en lo que va del año se ha depreciado 7 por ciento frente al dólar y en los últimos tres meses ha sido una de las monedas de países emergentes con el peor desempeño en los mercados. A esto hay que agregar que el peso ya había caído 12 por ciento durante el 2014.

Uno de los mayores culpables de los recientes tropiezos del peso ha sido la volatilidad financiera resultante de la crisis de deuda en Grecia y de los desplomes bursátiles en China. 

Ésta incrementa la aversión al riesgo de los inversionistas, que sacan su dinero de lugares como los mercados emergentes para depositarlo en activos vistos como seguros (principalmente los bonos del Tesoro estadounidense) y en el proceso deprecian las monedas de estos países en desarrollo.

El nivel de liquidez del peso y la apertura de los mercados mexicanos vuelve fácil para los inversionistas deshacerse de sus activos mexicanos en esta forma, y los expertos prevén que la expectativa de un alza de tasas de interés en Estados Unidos sólo resultará en más fugas de capital para México.

Decepción económica

Pero en la caída del peso además del componente financiero está el económico, ya que el nivel de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país ha resultado decepcionante en los últimos tres años.

En este rubro el estancamiento de los precios petroleros en un nivel muy por debajo del promedio de la última década, y la presión que esto ejerce sobre las finanzas públicas que aún dependen en un tercio de los ingresos ligados al crudo, no resultan alentadores para pensar que este año resulte muy diferente a los anteriores.

A pesar de esto, la revista The Economist parece concordar con el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien ha calificado como “una reacción exagerada en el mercado” a la depreciación del peso.

La revista británica indicó esta semana que “no es necesario entrar en pánico”, ya que los prospectos económicos de México son mejores que los del promedio latinoamericano y la turbulencia financiera que el mundo está experimentando probablemente retrasarán el alza de tasas en Estados Unidos.

Baja inflación

Si bien el valor del peso contra otras divisas se ha visto golpeado en la primera mitad del año, no ha pasado lo mismo con el poder adquisitivo de los mexicanos.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) reportó que, con la tasa de inflación en un bajo histórico de 2.87 por ciento en junio, durante el primer semestre del 2015 los precios al consumidor en México cayeron 0.09 por ciento. 

Y aunque el descenso puede parecer minúsculo su significado histórico es grande, ya que una caída de precios durante este periodo no ocurría desde que hay datos disponibles, es decir a partir de 1970.

La baja en los precios se dio principalmente en los alimentos y en las tarifas eléctricas y telefónicas.

Futuro incierto

El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo ayer sus pronósticos de crecimiento económico para el mundo. El organismo estima ahora que México crecerá tan sólo 2.4 por ciento durante el 2015, desempeño decepcionante frente al consenso de los economistas.

En abril el FMI había pronosticado un crecimiento del 3 por ciento del PIB para el país, pero ciertas condiciones macroeconómicas, como la desaceleración de Estados Unidos, lo obligaron a realizar un recorte.

Sin embargo, México no es el único que forma parte de las malas noticias. El organismo espera también que la economía mundial se expanda 3.3 por ciento este año, por debajo del 3.5 por ciento que había pronosticado antes.

Entre los principales factores que provocaron el recorte se encuentran las situaciones que se viven en China y Europa actualmente.

El país asiático ha sufrido en las últimas semanas una fuerte caída accionaria en sus principales mercados bursátiles que puede significar el fin de la tendencia alcista que vivió en los últimos años.

Por su parte, la Unión Europea se encuentra envuelta en la volatilidad debido a las complicadas negociaciones entre Grecia y sus acreedores que podrían terminar en la salida del país helénico de la zona euro.

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