El salvavidas griego
Un año después de que Grecia amenazara con caer en el incumplimiento de pagos y fragmentar a la eurozona, el rescate financiero del emproblemado país mediterráneo sigue siendo un factor de tensión y riesgo en la Unión Europea (UE).
El paquete de rescate aprobado el año pasado contempla 86 mil millones de euros en apoyos para Grecia, los cuales se reparten en pagos parciales durante un periodo de tres años y están condicionados sobre el cumplimiento de objetivos fiscales y de reformas estructurales en el país.
Un año después de que Grecia amenazara con caer en el incumplimiento de pagos y fragmentar a la eurozona, el rescate financiero del emproblemado país mediterráneo sigue siendo un factor de tensión y riesgo en la Unión Europea (UE).
El paquete de rescate aprobado el año pasado contempla 86 mil millones de euros en apoyos para Grecia, los cuales se reparten en pagos parciales durante un periodo de tres años y están condicionados sobre el cumplimiento de objetivos fiscales y de reformas estructurales en el país.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, indicó esta semana mediante un reporte que las reformas que condicionan el rescate de Grecia “están generalmente en buen camino, preparando el terreno para el siguiente pago”, según reporta Bloomberg.
Esto abre el camino para que los acreedores de Grecia le otorguen otros 11 mil millones de euros próximamente para cumplir con sus obligaciones en el corto plazo. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que los actuales términos del acuerdo son demasiado ambiciosos, y que es necesario perdonar una parte significativa de la deuda griega para que el pago de ésta sea sostenible.
“Proveer un componente incondicional de alivio de deuda por adelantado es crítico para proveer una señal fuerte y creíble a los mercados acerca del compromiso de los acreedores oficiales para asegurar la sostenibilidad de la deuda”, según dijo el FMI en su reporte.
Ahora o nunca
Por su parte los países de la eurozona esperan poder postergar discusiones de recortes de deuda hasta el 2018, y aún entonces prefieren otras medidas de alivio como otorgar mayores periodos de gracia e intercambiar bonos griegos por deuda de largo plazo si el país cumple con todas las reformas acordadas previamente.
Esta resistencia a perdonar parte de la deuda griega es liderada por el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, quien teme que si Grecia recibe este apoyo las reformas estructurales sobre las cuales está condicionado su rescate perderán ímpetu.
Para el FMI, sin embargo, la suposición alemana de que Grecia mantendrá un superávit fiscal primario (antes del pago de intereses sobre su deuda) de más de 1.5 por ciento de su producto interno bruto hasta el 2040 es “una fantasía descabellada”.
Este desacuerdo obstaculiza la participación del FMI en el actual paquete de rescate, al mismo tiempo que la ausencia del FMI es visto por Alemania como un obstáculo para cualquier ayuda adicional para Grecia.
Si las autoridades europeas y el FMI no se ponen de acuerdo, Grecia podría nuevamente convertirse en una fuente de inestabilidad para la economía global en un momento en que su frágil recuperación pende de un hilo.