En manos de Lighthizer
La inauguración de la XI Conferencia Ministerial de la OMC puso de relieve que la supervivencia de la organización descansa en la voluntad política de la administración de Trump, particularmente en el despacho del USTR
Indigo StaffEl futuro económico de México descansa en gran medida en la voluntad política de la administración de Donald Trump para mantener el status quo del sistema comercial multilateral que rige a la economía global. Y la voluntad política de esta administración descansa en gran medida en la creciente influencia de Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos (USTR, por su siglas en inglés).
La Organización Mundial de Comercio (OMC) es la última línea de defensa del sector exportador mexicano frente a la eventualidad de que se derogue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Sin embargo, este gobierno estadounidense ha demostrado que está dispuesto a asumir una postura disruptiva que pone en tela de juicio la supervivencia misma de la OMC. Sin este organismo, la administración de Trump tendría carta abierta para implementar aranceles a discreción, lo que le permitiría cumplir la promesa de campaña de tasar las exportaciones mexicanas con una tarifa de 35 por ciento y gravar las exportaciones de China con un impuesto de 45 por ciento. Esto es una guerra arancelaria abierta entre Estados Unidos y dos de sus tres principales socios comerciales. Las perspectivas de una catástrofe no son exageradas.
Hoy, la OMC atraviesa por el momento más crítico de su historia. De acuerdo a un reporte del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés), la administración de Donald Trump ha considerado retirar a Estados Unidos de la OMC en varias ocasiones. Esto implica un rompimiento total con una política que ha puesto a Estados Unidos al centro de la promoción del sistema comercial multilateral desde la posguerra.
Esta administración ha insistido en que se privilegiará un enfoque de tratados bilaterales que sustituyan acuerdos multilaterales, como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), que quedó desmantelado luego de que el presidente Trump ordenó el retiro de Estados Unidos.
Robert Lighthizer, el zar comercial de este gobierno, es la viva representación de la nueva política comercial estadounidense. El funcionario, un veterano del USTR que fue una figura clave del equipo estadounidense que libró una guerra comercial de facto con Japón durante la administración de Ronald Reagan, ha llevado la visión del nacionalismo económico de la agenda de “América Primero” al despacho que estaría encargado de ejecutar los aranceles en una guerra comercial.
OMC en duda
Las constantes críticas de Lighthizer a la OMC han sembrado dudas sobre la viabilidad de este organismo en un contexto de creciente polarización comercial entre Estados Unidos y China.
El USTR ha cuestionado abiertamente los mecanismos de resolución de disputas de la OMC y está litigando, junto con la Unión Europea, en contra de que se le otorgue a China la etiqueta de “economía de mercado”.
El consenso de analistas sugiere que cualquier decisión adversa en este sentido abriría la puerta a que la administración de Trump retire a Estados Unidos de la OMC.
Las críticas de Lighthizer se hicieron sentir en la inauguración de la XI Conferencia Ministerial de la OMC, que tiene lugar en Buenos Aires, Argentina. El jefe del USTR dijo que la OMC ha perdido el enfoque de avanzar en las discusión de tratados comerciales y que, en cambio, ha favorecido un clima de intensa litigación.
El malestar exhibido por Lighthizer se hizo patente en el argumento de que ciertos países no están siguiendo las reglas de la OMC ya que están protegidos bajo la figura de “países en desarrollo”.
El presidente de Argentina, el anfitrión de la Conferencia Ministerial, el máximo órgano de la OMC, ofreció un discurso que rivalizó con el sentir de Lighthizer y puso sobre la mesa la sensación de la comunidad internacional en este sentido:
Roberto Azevedo, el director general de la OMC, secundó las palabras de Macri:
Lighthizer: más radical y más influyente
El rol de Robert Lighthizer en la renegociación del TLCAN y su postura frente a la OMC sugieren que el titular del USTR se está volviendo más radical. De acuerdo a reportes de la prensa estadounidense, la polarización de Lighthizer le ha permitido ejercer una mayor influencia sobre el presidente Trump, cuya visión de mundo está reflejada en la esencia de nacionalismo económico de la agenda de “América Primero”.
Las versiones periodísticas plantean que la implementación de una política comercial de corte disruptivo tiene una motivación política: sustituir a Wilbur Ross como secretario de Comercio.
En suma, sin TLCAN y sin OMC, la economía mexicana estaría a merced de un personaje que tiene incentivos para radicalizar aún más a una administración que ya es considerada como altamente disruptiva.