En el último reporte económico de la OCDE, se esperan condiciones favorables para la economía mexicana, solo hay que tener paciencia, pues no será de inmediato.
El rol importante de las exportaciones mejorará gracias a una recuperación de los principales socios comerciales.
El crecimiento de las exportaciones se redujo durante el 2012, llegando a 4.7 por ciento, cuando en el año anterior habían alcanzado una tasa de 6.8.
Para el año 2013 se pronostica que el crecimiento sea de 4.1, ya que la demanda externa por bienes nacionales seguirá a la baja.
Sin embargo, para el año 2014 este proceso se verá revertido ya que la tasa de crecimiento esperada alcanzará un 5.4 por ciento.
Aunque esto es algo positivo para la economía mexicana, el fomento de la demanda doméstica debería ser incrementado para cubrir riesgos de posibles caídas en las economías extranjeras.
Sin embargo, no se espera un aumento significativo en el consumo privado.
Durante el 2011 su tasa de crecimiento fue de 4.5, en el 2012 bajó a 3.4. Para el siguiente año y el 2014 se esperan tasas de 3.4 y 3.5 por ciento, respectivamente.
Reservas dan tranquilidad
Por otro lado, un indicador con tendencia positiva es el balance de la cuenta corriente. Durante este año la tasa de crecimiento ha sido de 0.3 por ciento negativa, durante el próximo año se espera lo mismo
Los principales riesgos enumerados son aquellos ya ampliamente contemplados: la situación precaria de la economía de la Eurozona y la desaceleración de la economía estadounidense.
El alto nivel de reservas internacionales y la sanidad en las variables macroeconómicas pueden dar tranquilidad a la economía mexicana, según el reporte.
La tasa de desempleo se espera también que llegue a su nivel más bajo de los últimos años en el 2014 (4.9).
No es una baja dramática, pero se observa un patrón de estabilidad en el tema (5.0 para los años anteriores a éste).
A final de cuentas no se pronostica otra abrupta caída en la economía para los próximos años, y sí se contempla la idea de que el panorama internacional va a ser positivo, por lo menos dentro de dos años a partir de este momento.
Aprovechar esta situación debe ser crucial en las políticas económicas del siguiente presidente para lograr el crecimiento anhelado.
