En mayo la creación de empleos en Estados Unidos sufrió un severo tropiezo. Contra un pronóstico de 160 mil empleos, sólo hubo 11 mil contrataciones no-agrícolas en el quinto mes del año – el peor desempeño mensual del mercado laboral estadounidense desde septiembre del 2010.
El decepcionante indicador puso en duda la salud de la mayor economía del mundo, y subrayó la importancia del reporte de empleos de junio.
Éste podría mostrar si el tropiezo de mayo fue un evento único o el inicio de una preocupante tendencia negativa, lo cual llevó a que Athanasios Vamvakidis, estratega de inversión en Bank of America-Merrill Lynch, lo llamara “el más importante reporte de empleo no-agrícola del año” en una nota dirigida a sus clientes.
El viernes los mercados financieros y las autoridades de política económica en Estados Unidos debieron haber soltado un suspiro de alivio, pues el Departamento del Trabajo reportó que en junio la sorpresa llegó en dirección contraria a la de mayo.
Contra un pronóstico de 180 mil empleos, en junio hubo 287 mil contrataciones no-agrícolas, rebasando incluso la estimación más alta, de 243 mil, arrojada por una encuesta de analistas realizada por Bloomberg. Se trata del mayor nivel de generación de empleo de los últimos ocho meses.
Al mismo tiempo, la tasa de desempleo pasó de 4.7 a 4.9 por ciento, mostrando un incremento en la cantidad de personas que buscan reincorporarse a la fuerza laboral. El desempleo sigue encontrándose cerca del nivel considerado como consistente con pleno empleo por las autoridades estadounidenses.
Sumando junio, Estados Unidos registra 69 meses consecutivos con generación de empleo positiva – el mayor hilo de contrataciones del cual se tiene registro.
Para México, que envía alrededor del 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, el alentador reporte de empleo estadounidense otorga un brillo de esperanza en medio de un mes que ha traído indicadores preocupantes del desempeño de su mercado doméstico.
Alivio en la Fed
La sorpresa positiva de junio abre la puerta nuevamente a que la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, realice un alza de tasas de interés en este año.
“La Fed soltará un suspiro de alivio. Esto les va a dar un poco de aliento, y mi estimación es que repetirán que, si su pronóstico se mantiene, se moverán este año”, dijo Joseph LaVorgna, economista en jefe para Estados Unidos en Deutsche Bank, en entrevista con Bloomberg.
Posterior al decepcionante reporte de mayo y a la sorpresiva decisión por parte del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, la probabilidad asignada por los inversionistas a la posibilidad de un alza de tasas en lo que resta del 2016 colapsó, reflejando una perspectiva de que la Fed tomaría una postura acomodaticia ante los riesgos para el crecimiento.
Pero el buen desempeño de junio reavivó estas probabilidades; el jueves el mercado de futuros asignaba una probabilidad de sólo 12 por ciento a que un alza se presentaría antes del cierre del año, pero el viernes ésta dio un saltó hasta 25 por ciento.
Sin embargo, aún con el buen desempeño laboral en junio en mente “esto no quiere decir que la Fed se mueva más temprano”, dijo Stuart Hoffman, economista en jefe de PNC Financial Services Group, en entrevista con Bloomberg. “Van a esperar a ver evidencia de que el crecimiento económico del tercer trimestre en Estados Unidos se sostuvo”, explicó Hoffman.
El Comité Federal de Mercado Abierto, la junta responsable de fijar la política monetaria de la Fed, tiene calendarizadas otras cuatro reuniones para el resto del año: el 26 y 27 de julio, el 20 y 21 de septiembre, el 1 y 2 de noviembre, y el 13 y 14 de diciembre.
Holgura laboral
Pero a pesar del desempeño positivo de junio, hay razones para pensar que no todo está bien en la mayor economía del mundo.
La tasa de participación laboral, es decir la proporción de la población en edad laboral que tiene un empleo o está buscando uno, fue de 62.7 por ciento en junio. Esto quiere decir que ésta se encuentra casi 5 puntos porcentuales por debajo del pico registrado en la década pasada.
El crecimiento salarial también se encuentra por debajo de las expectativas, registrando un aumento anualizado de 2.6 por ciento. Esto ha sido destacado como un factor de preocupación para Janet Yellen, presidenta de la Fed.
El país además enfrenta riesgos políticos significativos en caso de que Donald Trump, el precandidato presidencial republicano, llegue a la Casa Blanca. Grupos de cabildeo de la inversión privada han indicado que las propuestas económicas de Trump hundirán al país en una recesión.