EU: Desaceleración limitada
El inicio del 2016 vino acompañado de un sentimiento pesimista que alcanzó incluso a la única economía desarrollada que está impulsando la demanda global: Estados Unidos.
El bajo crecimiento de Europa y la desaceleración económica de China son muestras patentes del estancamiento estructural en el que está sumida la economía global.
La recuperación económica de Estados Unidos, liderada por las políticas monetarias expansivas de la Reserva Federal (Fed), parecía estar exenta de este fenómeno mundial.
Rodrigo Carbajal
El inicio del 2016 vino acompañado de un sentimiento pesimista que alcanzó incluso a la única economía desarrollada que está impulsando la demanda global: Estados Unidos.
El bajo crecimiento de Europa y la desaceleración económica de China son muestras patentes del estancamiento estructural en el que está sumida la economía global.
La recuperación económica de Estados Unidos, liderada por las políticas monetarias expansivas de la Reserva Federal (Fed), parecía estar exenta de este fenómeno mundial.
Sin embargo, las expectativas de crecimiento estadounidenses comenzaron a revisarse a la baja.
Larry Summers, exsecretario del Tesoro, considera que existe una probabilidad de un tercio de que la economía de Estados Unidos caiga en recesión este año.
Más allá de análisis independientes, el mercado compró la idea de que las condiciones de la economía más grande del mundo se encuentran en franco deterioro.
La desaceleración momentánea de la economía estadounidense se hizo evidente en los resultados del último trimestre del 2015. De acuerdo a cifras oficiales del Departamento de Comercio, el producto interno bruto (PIB) creció 1 por ciento en ese periodo. La cifra contrasta con el crecimiento anualizado de 2 por ciento presentado en el tercer trimestre del año pasado.
A pesar de la pérdida de ritmo, la expansión registrada en el cuarto trimestre del 2015 fue revisada al alza desde un pronóstico previo de 0.7 por ciento. La corrección ocurrió en el sentido contrario a lo esperado por el consenso de analistas.
Una encuesta a economistas recabada por Reuters esperaba que el ajuste fuera negativo, situando al crecimiento del PIB en una cifra de 0.4 por ciento anualizado en el periodo.
Fed en marcha
La recuperación de los pronósticos de crecimiento para el primer trimestre del 2016 responden a dos datos clave para la economía estadounidense.
Por un lado, el gasto de los consumidores, que representa alrededor de dos tercios del PIB, creció 0.5 por ciento en enero, registrando el mayor incremento mensual desde marzo.
Por otra parte, el índice PCE de inflación subyacente, la medida preferida por la Fed para tomar decisiones de política monetaria, se disparó a 1.7 por ciento anual en enero. El nivel objetivo de inflación general es de 2 por ciento.
Este indicador ha sido el talón de Aquiles de la política de la Fed. Desde el 2012, la inflación se ha encontrado debajo del 2 por ciento durante la mayoría de los trimestres.
Es por esto que el banco central estadounidense se ha mostrado reticente a iniciar un ciclo de alzas en la tasa de interés de referencia.
Ahora, con las expectativas de crecimiento en marcha y con el cambio en el nivel de precios cerca del objetivo, las proyecciones de cuatro alzas de tasas de interés por parte de la Fed podrían percibirse menos lejanas.