Expropiación del yacimiento Zama a la vista
Pemex podría recurrir a mecanismos legales para hacerse del control total del yacimiento disputado por Talos Energy, aunque esto ocasionaría diversos problemas a las finanzas de la petrolera y mandaría un mensaje negativo a los inversionistas
Nayeli Meza OrozcoPemex hará todo para clavar su bandera en el yacimiento Zama. Acostumbrada a siempre llevarse la mayor parte del botín, la petrolera mexicana busca controlar el pozo ubicado cerca de la costa de Tabasco, aunque eso implique que deba tomar una decisión tan drástica como expropiarlo.
Sin embargo, si la empresa dirigida por Octavio Romero Oropeza opta por esa alternativa, los problemas legales que surjan en el camino serán la menor de sus preocupaciones, pues el Bloque 7 fue adjudicado a la estadounidense Talos Energy durante la primera ronda petrolera en 2015.
Abril Moreno Albarrán, directora general de la consultoría Perceptia21, asegura que la posibilidad de que Pemex expropie Zama está latente porque el actual gobierno tiene como estandarte rescatar la soberanía del sector energético a costa de lo que sea.
“Sería muy peligroso y grave para el mercado que Pemex tome la decisión de expropiar porque mandaría un mensaje de que en cualquier momento puede tomar esta bandera y tirar contratos que no le parezcan, aunque ya estén en marcha”, detalla la especialista del sector energético.
Por ahora, ninguna de las petroleras está dispuesta a ceder la parte que les corresponde, en especial porque Zama marcó varios hitos importantes tras la apertura que experimentó el sector a nivel nacional consecuencia de la Reforma Energética.
El interés en el megayacimiento radica en que fue el primero que descubrió un jugador privado en lugar de Pemex y si se logra un acuerdo entre la Empresa Productiva del Estado y Talos Energy se realizará una división histórica de su producción, ganancias y operación.
Talos encabeza el consorcio compuesto por Sierra Oil and Gas-Premier Oil al que le fue adjudicado el hallazgo considerado como uno de los 10 más importantes en la historia del país. En la actualidad posee una participación operativa del 35 por ciento, tras haber renunciado el año pasado al 50 por ciento del área contractual A2 por no conseguir éxito exploratorio en la zona.
Aun con este procedimiento, que fue aprobado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el consorcio puede continuar con los trabajos en el yacimiento, aunque Pemex ha convertido esto en un arma para hacerse del control total de Zama.
Santiago Arroyo Seguedo, director general de Ursus Trade and Energy Consulting, explica que con base en el artículo 27 constitucional, el Estado mexicano sí puede expropiar el campo, pero se estaría brincando toda la Ley de Hidrocarburos y sus disposiciones, por tal motivo se metería en un gran problema.
“Si Pemex quisiera hacerlo de manera legal tendría que apegarse al artículo 21 de la Ley de Hidrocarburos el cual establece que en caso de existir un yacimiento compartido se le dará preponderancia a la Empresa Productiva del Estado. Si esto ocurriera, Talos Energy tendría que ceder su parte del yacimiento siempre y cuando la petrolera mexicana acredite todas las obligaciones para realizar la correcta extracción de recursos”, precisa el consultor independiente en materia energética.
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En este momento, la compañía mexicana no puede hacer una jugada tan arriesgada, sobre todo porque no dispone del capital económico ni tecnológico para desarrollar el megayacimiento.
Por el contrario, Talos Energy tiene ventaja en esta situación, ya que ha completado los pasos preliminares de ingeniería y diseño front-end (FEED) o preFEED y el trabajo inicial de FEED.
Otra de sus cartas fuertes es que la estadounidense y sus socios en el consorcio lograron un avance en el cumplimiento de las metas requeridas para mantener a Zama y de seguir con esta racha positiva para 2023 estarían produciendo petróleo.
Desde enero pasado, los involucrados sostienen negociaciones para definir quién estará a cargo del campo y cómo se hará la distribución de la operación.
A pesar de que Zama es la nueva joya petrolera, Abril Moreno Albarrán manifiesta que la mejor alternativa es llegar a un acuerdo que beneficie a ambos.
Se espera que el desarrollo del proyecto genere aproximadamente 28 mil millones de dólares en ingresos fiscales para México, además de que estaría garantizada una participación de Pemex.
Otro de los puntos a favor es que si llegan a un acuerdo las partes se impulsará la creación de empleos directos e indirectos en Tabasco.
Santiago Arroyo Seguedo coincide en que la petrolera mexicana debe tomar una postura más colaborativa, pues de no hacerlo la seguridad de las inversiones extranjeras se vería trastocada.
“La alternativa es que se llegue a un entendimiento entre Talos y Pemex, más porque la estadounidense tiene una posición privilegiada frente a los inversionistas. Es mejor que México logre un mal arreglo a que gane un buen pleito”.
¿Quién es Talos Energy?
Es una compañía estadounidense que se dedica a la exploración, desarrollo y producción en alta mar de propiedades de petróleo y gas natural, con sede en Houston, Texas.
En 2012 fue fundada por Timothy Duncan y desde entonces combina su experiencia técnica en geología, geofísica e ingeniería con técnicas de evaluación de recursos y experiencia en imágenes sísmicas para descubrir nuevos recursos.
En junio de 2017 anunció, en conjunto con Sierra Oil & Gas y Premier Oil, la perforación exploratoria en el campo Zama-1, sin embargo, en 2019 presentó ante la CNH la renuncia y devolución del 50 por ciento del área contractual adjudicada durante la Ronda 1.1.