Después de seis años de gozar de una buena reputación y convertirse en la empresa de compra y venta de autos usados más exitosa del país, en 2022 Kavak ha tenido que enfrentar una serie de señalamientos a sus procesos de compra y venta por parte de muchos clientes insatisfechos.
Hoy los ejecutivos de esta la plataforma, que en octubre de 2020 se convirtió en el primer “unicornio” mexicano, por superar la valuación de los mil millones de dólares, aseguran estar conscientes de sus errores que fueron provocados como parte de “su abrumadora expansión”, aprender de ellos y enfocarse en no replicarlos en su proceso de expansión internacional.
“Somos una empresa que nació en 2017, que ha evolucionado mucho, pero todavía cometemos muchos errores, y estamos enfocados en que sean cada vez menos y no se repliquen en las diferentes regiones que tenemos a nivel internacional ni a través de nuestros clientes”, expresa Alejandro Guerra, director general de Kavak en México durante un recorrido por su primer centro abierto al público ubicada entre los municipios de Lerma y Ocoyoacac, en el Estado de México.
Los procesos de compra de automóviles y captación de consumidores utilizan inteligencia artificial, con la finalidad de predecir comportamientos y evitar posibles fallos y en ese sentido, el ejecutivo reconoce que la tecnología también falla, está en desarrollo y es perfectible.
“El algoritmo está vivo, considera el inventario que tenemos en ese momento, información disponible en el mercado, cinco años de datos de inspecciones y transacciones que hemos realizado, de errores cometidos, de garantías que hemos tenido que resolver”, manifiesta.
Del 2020 al 2022, se han registrado 119 quejas de consumidores ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), lo que equivale a menos del dos por ciento del total de sus transacciones.
Visión a futuro de Kavak
Federico Ranero, director de operaciones de Kavak, describe que la plataforma trabaja con un sentido de ambición por reinventar todo desde cero y no a partir del reconocimiento, pues si su crecimiento se tratara de un maratón, ellos apenas están en el kilómetro dos.
Precisa que esa carrera se dirige a ser el número uno a nivel global en su segmento, a tener productos que tengan el potencial de cambiar la vida de las personas en cada uno de los mercados a los que lleguen y quitar barreras prohibitivas, y se aproxima una inversión de 120 millones de pesos en los siguientes seis meses para consolidar la operación en Cuernavaca, Morelos.
“A nosotros lo que nos obsesiona son mercados que están jodidos y son desiguales para el consumidor, poderle cambiar el entorno económico, de movilidad y de oportunidades a las personas. Si nuestra misión fuera ser la empresa que más vende, en término de dólares, estaríamos yendo detrás de Estados Unidos o del Reino Unido, ahí no le vamos a cambiar la vida a nadie”, afirma.
Señala los puntos en donde se han derribado paredes a lo largo de estos cinco años para poder tener una mayor infraestructura.
El tiempo en el que un auto es inspeccionado para su posible compra hasta que está disponible para su venta es de siete días y se realiza una inversión promedio de 20 mil pesos por carro para reacondicionamiento. De ahí el sobrecosto reportado por consumidores de hasta un 20 por ciento sobre los precios de las agencias de autos seminuevos.
Cabe destacar que el encarecimiento de insumos derivado de la pandemia de COVID-19 no impactó la economía de la empresa, pues por los diagnósticos que realizan, van un paso adelante en su inventario.
“Hemos visto que los costos de transporte en Estados Unidos o Asia han subido hasta un 30, 50 o 100 por ciento, dependiendo de las categorías, pero todo depende de la frecuencia con la cual tú hagas esos pedidos. Si ahora lo que haces es hacer tres o cuatro pedidos al año y no de manera unitaria, la eficiencia que hemos obtenido en el costo unitario ha sido muchísimo mayor que el impacto macro”.