La carrera del crecimiento

Expertos encuestados por Bloomberg incluyen a México en su lista de las 20 economías que crecerán más rápido en el 2015. Pero para poder cumplir con esto el país tendría que crecer 3.2 por ciento este año, rompiendo con su tendencia decepcionante de los últimos dos años y con su tasa promedio de crecimiento económico de los últimos 20 años, que es de sólo 2.5 por ciento. Mientras tanto, la ventaja sigue perteneciéndole a los mercados emergentes de Asia y África, los cuales ven pronósticos de crecimiento de más de cinco por ciento. En comparación, las economías desarrolladas como las de la zona euro y Estados Unidos se ven lentas, con tasas de crecimiento de entre 1.2 y 3 por ciento.

Para México, cumplir con la promesa del 3.2 por ciento de crecimiento será particularmente retador este año. El país se enfrenta a circunstancias adversas, tanto externas tanto internas, en los cuatro componentes que contribuyen al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB): consumo, inversión, gasto público y exportaciones netas.

Entre un debilidad constante en el mercado interno y recortes en el gasto público, el crecimiento de casi cuatro quintas partes de la economía mexicana se ve obstaculizado.

Además, la caída de más de 50 por ciento que los precios petroleros han experimentado desde mediados del año pasado no sólo han tenido un impacto negativo sobre las finanzas públicas, sino también sobre la inversión.

Uno de los sectores que se apuntaban como listos para detonar un mayor nivel de inversión en México era el energético. A raíz de la reforma se permitiría la entrada a las empresas privadas después de siete décadas de monopolio público.

Pero la caída petrolera ha puesto en duda esta apuesta debido a los recortes presupuestarios que las empresas energéticas alrededor del mundo han tenido que hacer en los últimos meses.

Además, aunque el sector exportador sigue expandiéndose saludablemente, el hecho de que México sea un importador neto elimina la contribución que esto tendría sobre el crecimiento económico.

China desacelerada

China sigue siendo el país con el mayor crecimiento pronosticado entre las 20 mayores economías del mundo, pero el gigante asiático ya no está creciendo al mismo nivel que hace algunos años.

El año pasado el país creció ligeramente por debajo de su objetivo oficial, reportando su peor nivel en 24 años con una tasa interanual de 7.3 por ciento en el cuarto trimestre. Y este año esta cifra se reducirá aún más, con un pronóstico de 7 por ciento.

Para contrarrestar esto, las autoridades de política económica de China planean incrementar el estímulo monetario, reduciendo su tasa de interés para incrementar el flujo crediticio y abaratar su moneda, lo cual debería impulsar su sector exportador.

Es por esto que el Banco Popular de China, su banco central, recortó su tasa de interés de referencia en noviembre del año pasado, después de haberla mantenido en el mismo nivel desde el 2012, y que este mes redujo la proporción de reservas que los bancos chinos deben mantener contra sus depósitos.

Decepción desarrollada

Las economías desarrolladas siguen luchando por salir de las crisis que han paralizado su crecimiento y que han generado amenazas como la deflación.

Se prevé que la eurozona crezca sólo 1.2 por ciento este año, ante los riesgos presentados por Grecia y la caída de precios en Europa, aún mientras el Banco Central Europeo emprende un programa de compra de bonos para estimular el crecimiento de la región.

Del otro lado del Atlántico, Estados Unidos representa el único punto brillante del mundo desarrollado, con pronósticos de 3 por ciento para el 2015. 

Pero en un año en que la Reserva Federal, el banco central estadounidense, está considerando elevar su tasa de interés de referencia y en el que el dólar continúa fortaleciéndose, algunos expertos ya cuestionan si la recuperación del principal socio comercial de México podrá sostenerse.