La tan esperada alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), el banco central de dicho país, no se concretará por lo menos hasta septiembre.
A principios de año, analistas esperaban que la Fed modificara sus tasas en verano, pero ahora rectifican sus predicciones debido a que la economía estadounidense ha sufrido varios infortunios.
Los factores que más pesan sobre este cambio de planes es el duro invierno que vivió Estados Unidos este año y el impacto negativo que ha tenido el fortalecimiento del dólar frente al resto de las monedas del mundo. A esto se le debe agregar que el mes pasado se registró un desaceleramiento en la creación de empleos estadounidenses, uno de los principales indicadores que toma en cuenta la Fed para realizar su toma de decisiones en torno al alza de tasas.
En ese sentido, es probable que la Fed se espere hasta revisar el desempeño de la economía durante el segundo trimestre antes de realizar cualquier cambio a su política monetaria.
Una encuesta realizada a mediados de abril por Bloomberg a 59 economistas refleja como el 73 por ciento estima que la primera alza en ocho años será hasta septiembre. En contraste, cuando se condujo una encuesta similar en septiembre sólo el 37 por ciento de los encuestados esperaba que fuera hasta ese mes.
A la merced de los datos
Aunque todavía se desconocen las cifras de crecimiento económico de Estados Unidos durante el primer trimestre del año (mismas que serán publicadas hoy), todo parece indicar que el país inició el año con el pie izquierdo.
La propia Fed ha declarado en varias ocasiones que será paciente al momento de tomar cualquier decisión que involucre un alza de tasas. Las autoridades tienen como objetivo que Estados Unidos crezca en un 2.5 por ciento este año, por lo que todas sus decisiones giran en torno a esta meta. Otra de las preocupaciones de la Fed es sobre la inestabilidad que vive actualmente la economía mundial. Por un lado, China sigue registrando un desempeño pobre en comparación a los últimos años.
De manera similar, las tensiones en Europa por la deuda griega podría terminar en una crisis para el viejo continente.
Mientras tanto, los mercados se encuentran a la espera de la Fed. Se espera que el alza de tasas provoque una fuga de capitales hacia Estados Unidos de países emergentes como México