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La reconquista de América

Latinoamérica ha visto mejores días en cuestiones financieras. Apenas la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional pronosticó una recesión para la región en este año después de cinco años consecutivos de desaceleración económica. 

Algunos de los factores que más pesan en esto son el declive de China, el colapso en los premios de las materias primas y la depreciación en las monedas de los países de América Latina.

60%
del total del mercado de bonos mexicanos está en manos de extranjeros
"Brasil podría tener potencial, pero no hasta el próximo año, y Chile es difícil debido a su excesiva dependencia de las materias primas. Así que yo todavía voy a México, pero Perú se está reformando muy bien en términos de política económica"
Patrick MangeAnalista de mercado
de BNP Paribas
"De nada vale una economía que tenga indicadores macroeconómicos sólidos si socialmente el resultado de esa prosperidad no se está repartiendo"
Mariana GabarrotProfesora investigadora en el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tec de Monterrey
https://www.youtube.com/watch?v=4Hl9oqLI7tk

Latinoamérica ha visto mejores días en cuestiones financieras. Apenas la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional pronosticó una recesión para la región en este año después de cinco años consecutivos de desaceleración económica. 

Algunos de los factores que más pesan en esto son el declive de China, el colapso en los premios de las materias primas y la depreciación en las monedas de los países de América Latina.

Sin embargo, igual que en 1492, algunos intrépidos exploradores están descubriendo el potencial que algunos lugares de la región ofrecen y México está en la mira. Bancos globales recomiendan a sus clientes invertir en nuestro país, destacándolo como el que tiene el mejor desempeño proyectado para este año y el próximo en toda la región.

Pero México debe estar muy alerta si no quiere repetir la historia brasileña. Debe aprovechar su momento bajo los reflectores. Para eso, el país deberá  aprender las duras lecciones a las que Brasil se enfrentó.

El gigante sudamericano pasó de ser el favorito de la prensa y los mercados a una economía de recesión e inflación de dobles dígitos. ¿Puede México usar el viento a su favor y emerger como el gran descubrimiento económico de este año?

Problemas latinos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó la semana pasada que, tras cinco años consecutivos de desaceleración económica, Latinoamérica entrará en recesión en 2015.

Se estima que esta contracción será de 0.3 por ciento, y sería la primera recesión experimentada por la región desde el fin de la crisis del 2008.

Brasil, la mayor economía de la región, presumiblemente declinará un 3 por ciento, deprimida por un escándalo de corrupción que ha debilitado la confianza de los inversionistas y ha paralizado las reformas necesarias para contrarrestar años de gastos incontenibles y aplacar la inflación de 10 por ciento.

En términos generales, la institución financiera internacional señaló que Latinoamérica se enfrenta a los efectos negativos que ha traído la desaceleración económica en China y la expectativa de un alza de tasas de interés en Estados Unidos.

Combinados, estos dos factores han contribuido al colapso de los precios de las materias primas que constituyen los principales productos de exportación de la región, y han impulsado severas fugas de capital y depreciaciones en estas economías.

De forma más particular, el FMI señaló que el desempeño de Latinoamérica se ve arrastrado hacia abajo en particular por recesiones en Brasil y Venezuela, las economías número uno y número seis, respectivamente, de la región medidas por el tamaño de su Producto Interno Bruto (PIB).

Sin embargo, para el FMI, México no es un foco de preocupación entre las economías emergentes.

De acuerdo con el subdirector de Investigación Económica, Gian Maria Milesi-Ferretti, el país ha sido de los emergentes menos afectados en este episodio de volatilidad y que la depreciación del peso es sólo un ajuste.

“Si miro al mundo de los emergentes, francamente no veo a México como uno de los más vulnerables, porque está muy integrado con la economía de Estados Unidos, que es al final la que tiene mejores perspectivas, ha reducido la importancia del petróleo en sus finanzas públicas y es un país con credibilidad en el manejo macroeconómico”, afirmó.

Los especialistas reconocen que el desempeño mexicano ha sido menor a su diagnóstico de julio, para el 2016 esperan una ligera aceleración que permitiría una expansión de 2.8 por ciento, también por debajo a la estimación de julio de 3 por ciento, pero que se encuentra dentro del rango de crecimiento proyectado por el gobierno mexicano (de 2.6-3.6 por ciento).

Con tal de enfrentarse a la actual coyuntura, el FMI recomienda a los países latinoamericanos, incluyendo a los que no están experimentando dificultades económicas tan severas, emprender reformas estructurales que desaten la productividad en la región, ya que otras herramientas de estímulo (fiscal y monetario) se encuentran presionadas desde que se desató la crisis del 2008.

México: Factura mixta

El FMI y bancos como Bank of America, Morgan Stanley y JPMorgan han destacado las ventajas competitivas de México, como su estabilidad y diversificación económicas y su cercanía comercial con Estados Unidos, uno de los pocos mercados desarrollados con crecimiento sostenido en la actualidad.

“Todos los problemas y obstáculos que se vienen a la mente con Brasil, lo contrario está pasando en México”, dijo Neil Shearing, economista en jefe para mercados emergentes en la consultora Capital Economics, en un reporte reciente.

Estas características le han permitido al país evitar la peor parte de la crisis que actualmente aqueja a Latinoamérica y al resto de los mercados emergentes, sin ser completamente inmune a estos efectos negativos.

Sin embargo, estas ventajas no significan que México pueda ignorar otros aspectos del bienestar social, como señala Mariana Gabarrot, profesora investigadora en el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tec de Monterrey.

“De nada vale una economía que tenga indicadores macroeconómicos sólidos si socialmente el resultado de esa prosperidad no se está repartiendo” de forma adecuada, dice Gabarrot.

Problema de bienestar

“Es cierto que vivir con altos índice de inflación tampoco te da mucha estabilidad en lo personal, a nivel microeconómico”, explica la investigadora, haciendo referencia a las crisis inflacionarias experimentandas por México en la década de los setenta.

Sin embargo, “también es cierto que por controlar la inflación este nuevo modelo ha sacrificado el Estado de bienestar”, continúa Gabarrot, citando como ejemplos la falta de inversión social, el estancamiento salarial, y el alto grado de pobreza y desigualdad del país.

En cuanto a la inversión social, la especialista no se refiere sólo al gasto destinado a la reducción de la pobreza y la desigualdad de ingresos, ambos indicadores en los cuales México tiene uno de los peores desempeños de Latinoamérica.

“Somos un país que no ha invertido en educación y en salud lo suficiente”, explica la investigadora, agregando que este mismo descuido de una perspectiva más completa del bienestar ha terminado por agravar obstáculos como la crisis de seguridad y del Estado de Derecho en el país.

Esta perspectiva se agrega a preocupaciones levantadas por analistas financieros que destacan la falta de seguridad, física y jurídica, como algunos de los factores principales que ahuyentan a la inversión de México y vuelven al país menos competitivo.

Obstáculos y riesgos

Aunque no posee el mismo nivel de riesgo que otros países como Brasil o Rusia, México sigue financiando el déficit de su cuenta corriente con volátiles flujos de capital extranjero.

Datos recopilados por el banco Bank of America-Merrill Lynch muestran que 60 por ciento del valor total del mercado de bonos de México está en manos de extranjeros.

Esto vuelve al país más vulnerable a choques externos, ya que los inversionistas extranjeros son más propensos a abandonar los mercados emergentes cuando las tasas de interés suben en Estados Unidos, como se prevé suceda en los próximos meses.

Y aunque la diversificación económica le ha permitido al país evitar los golpes vistos en las exportaciones y crecimiento económico de aquellos países más dependientes de las materias primas, esta coyuntura sigue aplicando presión negativa desde otro ángulo: el fiscal.

Un tercio del presupuesto del Gobierno Federal depende de los ingresos petroleros, por lo que el declive de 50 por ciento que los precios del crudo han experimentado en el último año han resultado en recortes al gasto público justo en un momento en el cual una política expansionista contracíclica sería necesaria para contrarrestar la caída en el consumo y la inversión.

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La competencia está en Los Andes Por Carolina Hernández 

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