Mayo trajo una desagradable sorpresa para las autoridades económicas de Estados Unidos, poniendo en duda los planes de la Reserva Federal (Fed), el banco central más influyente del mundo.
El viernes el Departamento del Trabajo de Estados Unidos reveló que durante el mes pasado sólo se crearon 38 mil empleos en la mayor economía del mundo – el peor desempeño mensual del mercado laboral desde septiembre del 2010.
La cifra cayó muy significativamente por debajo de las expectativas del mercado; la mediana de los pronósticos de los economistas encuestados por Bloomberg estimaba un incremento de 160 mil empleos.
Este decepcionante desempeño evaporó las posibilidades de que la Fed anunciara un alza en su tasa de interés de referencia durante su reunión de política monetaria del 14 y 15 de junio.
Previo al anuncio, la probabilidad implícita asignada por los mercados de futuros a un alza en junio era de 22 por ciento. Después de la publicación del dato, esta probabilidad cayó a sólo 4 por ciento. La probabilidad de un alza en la reunión del 26 y 27 de julio también cayó, pasando de 59 a 37 por ciento.
“(La noticia) quita a junio de la mesa. Para llegar a julio, vamos a necesitar un muy buen repunte en los datos”, dijo Michael Feroli, economista en jefe en Estados Unidos del banco JPMorgan-Chase, en entrevista con Bloomberg.
La preocupante señal enviada por el reporte de mayo podría retrasar los planes de normalización monetaria de la Fed hasta septiembre, aún a pesar de que en promedio se han creado 150 mil empleos mensualmente durante el último año, un nivel muy por encima de los 100 mil empleos mensuales que la Fed estima son necesarios para mantener vivo el crecimiento.
Claroscuro mexicano
Para México la decepción estadounidense presenta un panorama mixto.
Por un lado, si la Fed pospone su alza esto da un respiro al Banco de México para poder mantener intacta su propia tasa de interés (apoyando el crecimiento económico mexicano) sin temer una intensificación de las fugas de capital y depreciación del peso que típicamente acompañan un alza de la Fed.
Pero por otro lado la desaceleración económica de Estados Unidos, el mayor socio comercial y uno de los principales motores del crecimiento mexicano, representa una tendencia preocupante que podría levantar mayor pesimismo sobre los prospectos mexicanos para este año.
Por lo pronto, los oficiales de la Fed parecen estar dando marcha atrás en su discurso.
Previamente, Janet Yellen, presidenta de la Fed, dijo que probablemente sería prudente anunciar un alza de tasas “en los próximos meses” conforme la economía siguiera recuperándose.
Pero el viernes dos miembros del comité de política monetaria del banco central indicaron que sería mejor poner estos planes en pausa.
La gobernadora Lael Brainard dijo que “el camino apropiado para el regreso de la política monetaria a una postura neutral podría resultar ser mucho más llano y gradual en el mediano plazo”, y que es necesario esperar la llegada de más indicadores antes de tomar una decisión al respecto.
De igual forma, Charles L. Evans, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, dijo que “quizá sería mejor esperar a incrementar las tasas de interés hasta que la inflación subyacente de hecho se encuentre en el 2 por ciento”. La tasa de inflación no ha alcanzado el objetivo oficial de la Fed en los últimos cuatro años.
“Quizá el reporte de hoy nos está diciendo que Estados Unidos no es inmune a la desaceleración que sufre el resto del mundo después de todo”, dijo Chris Rupkey, economista financiero en jefe en el Bank of Tokyo-Mitsubishi, en entrevista con Bloomberg.