En Latinoamérica, el tormento de unos es la bendición de otros.
Expertos indican que un deterioro en las condiciones financieras de las empresas latinas, incluyendo una serie de reestructuras de deuda, las está obligando a poner activos atractivos en venta para cumplir con sus obligaciones, lo cual podría desatar una ola de adquisiciones y de consolidación corporativa en la región.
El valor total de la actividad de fusiones y adquisiciones (F&A) en Latinoamérica durante el 2015 cayó 28 por ciento, alcanzando un valor total de 130.4 mil millones de dólares. En cambio, en lo que va del 2016 este rubro ha registrado un incremento interanual de 14 por ciento.
“Activos que jamás pensamos que llegarían al mercado ahora están en venta ya que algunas compañías y sectores están afligidos y empresas multinacionales están anunciando grandes planes de desinversión”, dijo Marcus Silberman, co-director de F&A para Latinoamérica de Bank of America-Merrill Lynch, en entrevista con Bloomberg.
La combinación de factores que aflige a las empresas latinoamericanas incluye el declive en los precios de las materias primas que son los principales productos de exportación de la región, la desaceleración económica de sus países, el alza en las tasas de interés, y la depreciación cambiaria.
Todo esto vuelve más difícil para las empresas darle servicio a su deuda, ya que sus ingresos se ven reducidos y las condiciones crediticias son más apretadas. Es por esto que, para poder cumplir con sus pagos o con las condiciones de sus reestructuras de deuda, cada vez más compañías están poniendo sus activos en el mercado.
Buitres de deuda
Ante este deterioro en las condiciones crediticias, los procesos de reestructuración de deuda pueden ofrecer atractivas oportunidades de compra para quienes disponen de la liquidez suficiente como para proveer financiamiento a estas empresas emproblemadas.
Un ejemplo de esto se ve en el caso de subsidiaria colombiana de la petrolera Pacific Exploration and Production. El fondo EIG Global Energy Partners ha ofrecido comprar miles de millones de dólares en bonos emproblemados de la empresa, a condición de tomar control de la misma.
En México un caso que podría prestarse para una oferta similar es la constructora Empresas ICA, que en diciembre permitió el incumplimiento de pago sobre 1.35 mil millones de dólares de sus bonos, mientras que en Brasil está la telefónica Oi, que debe reestructurar su deuda de 16.7 mil millones de dólares.
Sin embargo, es posible que los ‘buitres’ que busquen aprovechar los problemas de las empresas latinas se topen con obstáculos, pues las leyes de bancarrota en estos países, así como las estructuras de capital comunes en las compañías de la región, no ofrecen un camino tan fácil como en Estados Unidos u otros mercados desarrollados.
Aún así, el interés se ha hecho notar en sectores particularmente deteriorados, como el minero. “Es la tormenta perfecta para Latinoamérica, pero los latinos son expertos en navegar aguas turbulentas”, dijo Jim Allen, director de F&A para Latinoamérica de Morgan Stanley, en entrevista con Bloomberg.
Se suben al tren
Si la actividad de F&A sube este año en Latinoamérica la región estaría uniéndose a una tendencia global que en 2015 resultó en récords históricos y que se prevé continúe en 2016.
Datos de Dealogic muestran que el año pasado el valor total de las transacciones de este rubro alrededor del mundo, el cual fue de 5.05 billones de dólares, superó los 5 billones de dólares por primera vez en la historia, rebasando el récord de 4.61 billones de dólares marcado en 2007 y registrando un incremento de 38 por ciento sobre el monto del 2014.
Dos de las fusiones anunciadas, entre las farmacéuticas Pfizer y Allergan y entre las cerveceras AB-InBev y SABMiller, se encuentran entre las cinco más valiosas de las que se tiene registro, con un valor conjunto de 277.41 mil millones de dólares.
La mayor parte, por mucho, de esta actividad se concentró en Estados Unidos, cuyas empresas reunieron el 49 por ciento del valor global de estas transacciones.
A pesar de la desaceleración económica de China y de un incremento en los costos crediticios gracias al alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, KPMG prevé que el valor promedio de los acuerdos de F&A será 4 por ciento mayor en 2016 que en 2015.