Lo que viene en el 2015
La caída del crudo
Después de que los precios petroleros cayeron casi 50 por ciento entre junio y diciembre del año pasado, hoy rondan los 50 dólares por barril, su nivel más bajo desde el 2009.
Y ahora los expertos predicen que los precios caerán aún más, por lo menos durante la primera mitad del 2015.
Rolando Hinojosahttp://youtu.be/JBcbbVSuKao
La caída del crudo
Después de que los precios petroleros cayeron casi 50 por ciento entre junio y diciembre del año pasado, hoy rondan los 50 dólares por barril, su nivel más bajo desde el 2009.
Y ahora los expertos predicen que los precios caerán aún más, por lo menos durante la primera mitad del 2015.
Esto se debe a que las condiciones que llevaron al declive del crudo siguen sin cambiar. Por el lado de la oferta, la producción sigue creciendo, impulsada como en el inicio por el boom de los hidrocarburos shale en Estados Unidos; por el de la demanda, el crecimiento económico global sigue sin recuperarse.
Para los consumidores y las empresas no energéticas, el petróleo barato representa menores costos. Pero para los países exportadores de petróleo, como Rusia, Venezuela y México, si los precios bajos persisten habrá dificultades para balancear sus presupuestos.
Bolsa y peso a la baja
El año ha empezado mal para los mercados financieros y monedas de los países emergentes, y México no se ha salvado.
Desde finales de noviembre a la fecha, el peso se ha depreciado casi 10 por ciento, con la tendencia apuntando a que esto continuará.
Al mismo tiempo el IPC, el índice de referencia de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ha caído más de 5 por ciento en lo que va del año en comparación a su cierre del 2014.
Pero los pronósticos señalan que estos problemas sólo empeorarán conforme avance el año. Esto se debe a que se espera que la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, suba su tasa de interés de referencia a partir de mediados de este año.
Tal y como en el pasado, se prevé que el alza por parte de la Fed intensifique la fuga de capital de los mercados emergentes, fortalezca el dólar, y en general vuelva más difícil pagar las deudas denominadas en dólares.
Estímulo europeo
Mientras que la Fed se alista para normalizar su política monetaria después de años de estímulos heterodoxos, el Banco Central Europeo (BCE) discute si es tiempo de comenzar a usarlos para combatir el bajo crecimiento y bajísima inflación que afectan a la eurozona.
Mario Draghi, presidente del BCE, anunció en diciembre que la cantidad de activos en manos del banco volverán a los niveles vistos al inicio del 2012.
El Financial Times reporta que esto representa un incremento de un billón de euros, por lo que difícilmente se logrará en el tiempo previsto sin que el BCE implemente un programa de compra de activos.
Estos programas de relajación cuantitativa han sido usados por la Fed y el Banco de Inglaterra para inyectar liquidez a sus economías.
A pesar de que existe oposición significativa, liderada por Alemania, en contra de que el BCE utilice estas medidas, los expertos indican que al banco se le están acabando las opciones en su lucha contra la deflación.
Desaceleración china
Después de que la crisis del 2008 paralizara a las economías desarrolladas, los mercados voltearon a ver a los mercados emergentes, y sobre todo a China, para sostener el crecimiento económico global.
Pero ahora China está mostrando señales decepcionantes, en parte gracias al aumento en su deuda doméstica y reducción en la inversión y ventas.
No sólo se destaca que el año pasado el gigante asiático no haya logrado crecer de acuerdo a los objetivos oficiales, sino que también este año se prevé que no logre el crecimiento económico del 7 por ciento fijado por sus autoridades.
La desaceleración china afecta el precio de numerosos commodities, algunos de los cuales son productos de exportación de México.
Además, como el segundo mayor socio comercial del país, los problemas en China también pueden afectar negativamente el crecimiento de México, ya que la exportación de bienes y servicios representa alrededor de un tercio de la economía del país.