Los antihéroes financieros
Por lo general las películas realizadas en Hollywood suelen estar pintadas de alto dramatismo con la intención de convertirse en éxitos comerciales.
Romantizan tanto cada situación, que hasta los antihéroes de las películas se han vuelto íconos y motivo de admiración de mucha gente.
Sin embargo, hay casos reales tan drásticos que parecen ficción, pero llevarlas al cine es un riesgo, pues esos personajes no deberían ser idolatrados de ninguna manera debido al daño colosal que han causado a clientes inocentes.
Alberto Morales
Por lo general las películas realizadas en Hollywood suelen estar pintadas de alto dramatismo con la intención de convertirse en éxitos comerciales.
Romantizan tanto cada situación, que hasta los antihéroes de las películas se han vuelto íconos y motivo de admiración de mucha gente.
Sin embargo, hay casos reales tan drásticos que parecen ficción, pero llevarlas al cine es un riesgo, pues esos personajes no deberían ser idolatrados de ninguna manera debido al daño colosal que han causado a clientes inocentes.
Probablemente la película más exitosa relacionada con fraudes financieros es Wall Street (1987).
El personaje principal, Gordon Gekko, simboliza el capitalismo en su máxima expresión. El discurso central que da sobre la avaricia lleva de trasfondo el pensamiento académico de algunos economistas importantes, defensores del libre mercado.
El crimen que realiza en la película es el uso de información privilegiada para obtener millonarias ganancias en la bolsa de valores.
Al saber que una compañía tendría planes de expansión, compraba acciones cuando todavía el precio era bajo y las vendía después de que la información era pública, y con eso obtenía el rendimiento sin riesgos.
Esto es un crimen serio que hoy en día todavía se vive, a pesar de los intentos de regulación que las autoridades financieras han emprendido.
El personaje plantea como motor del crecimiento de las empresas el lema “la avaricia es buena”, lo peligroso es cuando ésta se vuelve desmedida.En entrevistas, el actor que encarna a este icónico personaje, Michael Douglas, expresó que numerosas personas se le han acercado a decirle que gracias a él decidieron llevar a cabo una carrera profesional en el mercado financiero. Esto no es necesariamente bueno, si la gente ve al personaje como un ejemplo a seguir.
Cualquier parecido a la realidad… ¿es coincidencia?
Uno de los casos más emblemáticos de abuso de información privilegiada es el de Eugene Plotkin y David Pajcin, quienes ya se encuentran en la cárcel por perpetrar este crimen de cuello blanco.
Plotkin, originario de Rusia, emigró desde joven a Estados Unidos, estudiando su grado universitario en Harvard.
Después de esto trabajó con David Pajcin, quien trabajaba en Goldman Sachs y también ha sido criminalizado por fraude.
Las autoridades notaron que una tía de Pajcin, quien vivía de 263 dólares al mes gracias a una pensión, compró 130 mil dólares en acciones de Reebok dos días antes de que la compañía fuera comprada por Adidas, lo cual le generó más de 2 millones de dólares en ganancias.
Cuando fue entrevistada por las autoridades correspondientes, la señora expresó que no tenía idea de esto y ni siquiera sabía cómo funcionaba el mercado financiero.
Plotkin participó también en algo un poco más complejo. Consiguieron que un conocido entrara a trabajar a la empresa encargada de imprimir la revista Business Week, que forma parte de las publicaciones de Bloomberg.
De esta manera, antes de que la revista fuera distribuida, lograban ver la sección de las empresas que les iría bien en la bolsa durante la siguiente semana.
Con este tipo de estrategias de prácticas ilegales, en un año intercambiaron por lo menos 25 acciones, según la Securities Exchange Comission (SEC).
Este organismo regulatorio, encargado de los valores financieros y la bolsa, dijo que el sistema de fraude de estos analistas financieros ha sido de los más grandes en la historia.
En el 2008, Plotkin recibió la sentencia de casi 5 años de cárcel, una multa de 10 mil dólares y tuvo que ceder ganancias de 6.7 millones de dólares, que fueron obtenidas gracias al abuso de información que no era pública.
Caso Enron
Uno de los más grandes fraudes es el famoso caso de Enron, que maquillaba sus estados contables con la finalidad de que los inversionistas no retiraran el dinero de la empresa.
Escondiendo grandes pérdidas a través de varios trimestres, lograron que la acción de la empresa no cayera.
Sin embargo, cuando las pérdidas se hicieron públicas, la compañía – que alguna vez tuvo más de 20 mil empleados – terminó por cerrar por completo.
Keneth Lay, el CEO de Enron, fue sentenciado a prisión el 25 de mayo de 2006, pero unos días después, el 5 de julio, mientras esperaba la fecha para ingresar al reclusorio, falleció por un infarto cardiaco en su residencia de Colorado.
Lo que viene…
El tema de defraudadores financieros parece ser una mina de oro a la que Hollywood le gusta explotar, por lo que pronto se estrenará la película Arbirtrage, en la que actúa Richard Gere y cuyo personaje maquilla información sobre una pérdida en su compañía con la finalidad de poder venderla más cara.
A final de cuentas podemos observar dos cosas: nadie debería tomar como ejemplo de vida a un personaje del cine que burla a las reglas, a pesar de lo atractivo y redituable que pueda parecer.
Segundo: a pesar de la dramatización que emplea la industria de cine, vemos que en la vida real hay casos más extremos.
Lo único es que en la realidad, a pesar de que los personajes se arrepientan, el final más común es la desesperanza para los defraudados que pierden la mayor parte de su dinero por la avaricia de estos delincuentes.