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Marea china

El éxito económico de China durante los últimos 30 años no sólo ha beneficiado a su país, sino además a todos aquellas economías, en su mayoría emergentes, que le han vendido los commodities (materias primas como petróleo, metales y productos agrícolas) necesarios para su expansión.

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por ciento la caída que ha sufrido el índice de commodities de Bloomberg desde su pico en 2011 hasta la fecha; éste se encuentra en su nivel más bajo en casi 16 años
"Hay una diferencia entre la valuación financiera de las acciones, los bonos, la propiedad y otras cosas, relativo al crecimiento subyacente de la economía real"
Hung TranDirector ejecutivo
del Instituto de Finanza
Internacional
“Los factores que están reteniendo los flujos capitales hacia los mercados emergentes serán persistentes. Esto implica una sequía prolongada en lugar de alivio veloz”
Charles CollynsEconomista en jefe
del Instituto de Finanza
Internacional
El consumo de China impulsó el valor de los commodities, que entre 2000 y 2011 vio un crecimiento real de más de 113 por ciento según el Banco Mundial
https://www.youtube.com/watch?v=FDjUt-BYZvY

El éxito económico de China durante los últimos 30 años no sólo ha beneficiado a su país, sino además a todos aquellas economías, en su mayoría emergentes, que le han vendido los commodities (materias primas como petróleo, metales y productos agrícolas) necesarios para su expansión.

Esta dinámica tuvo como consecuencia un flujo variable pero constantemente positivo de capital hacia estos países emergentes, lo cual impulsó considerablemente el crecimiento de sus economías y de sus mercados financieros. El monto total de flujos netos positivos hacia estas economías durante los últimos 30 años rebasa los 5 billones de dólares.

La exitosa venta masiva de commodities a China impulsó también el valor de estas mercancías, que entre 2000 y 2011 vio un crecimiento real de más de 113 por ciento según datos del Banco Mundial.

Pero ahora la situación está marchando en reversa: por primera vez desde 1988, el Instituto de Finanza Internacional prevé que este año el flujo neto de capital para los mercados emergentes será negativo, con una fuga de 541 mil millones de dólares.

La razón de la fuga es la misma que motivó la entrada: China. El gigante asiático se enfrenta a una fuerte desaceleración económica; la tasa de crecimiento trimestral de su producto interno bruto (PIB) está tocando niveles que no veía desde la crisis del 2008 y su objetivo oficial de crecimiento para el 2015 (de 7 por ciento) es el más bajo en 25 años.

La desaceleración de China implica una menor demanda para los commodities como el cobre, el hierro y el petróleo, lo cual ha causado un declive en sus precios. El índice de commodities de Bloomberg, que monitorea los precios de 22 de estos productos, tocó su punto más bajo en 16 años.

El colapso en los precios de los commodities y los pronósticos de menor crecimiento se han visto reflejados en el valor de las monedas de los países en desarrollo. Un índice de Bloomberg que monitorea el tipo de cambio de 23 divisas emergentes contra el dólar recientemente registró un bajo histórico que no se veía desde por lo menos 1999.

La retirada de la marea china está dejando ver la fragilidad de aquellas economías que han dependido de la exportación de commodities a China para sostener su crecimiento, como es el caso de Brasil o de Rusia (ambos actualmente en recesión).

México no es inmune

Sin embargo, no todos los mercados emergentes están igual de expuestos ante esta crisis. Aquellos países que han invertido en la diversificación de su actividad económica hoy no sufren consecuencias tan severas, como señala la investigación de Mauro Guillén, profesor en la Universidad de Pennsylvania.

En el caso de México, sólo dos de los 10 mayores productos de exportación son commodities: petróleo y oro, que ocupan respectivamente el 13.4 y el 2.4 por ciento del valor total de las exportaciones mexicanas.

Pero el proceso de diversificación de México, enfocado sobre todo a la manufactura, no vuelve al país inmune a los efectos negativos de la actual situación. 

Un ejemplo puede verse en el colapso de los precios del crudo, el cual ha presionado las finanzas públicas (un tercio del presupuesto federal sigue dependiendo de los ingresos petroleros) y reducido el interés empresarial por la apertura energética del país.

Deudas preocupantes

La gran ola de inversiones en los mercados emergentes durante los últimos 30 años, combinada con la implementación de tasas de interés ultrabajas en los mercados desarrollados desde la crisis del 2008, han alimentado un crecimiento significativo de la deuda en estos países.

Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestran que el monto total de la deuda corporativa de empresas no-financieras en los mayores mercados emergentes pasó de 4 billones de dólares en 2004 a 18 billones de dólares en 2014 – un incremento de 350 por ciento.

El FMI advierte que el incremento en el apalancamiento (la relación entre las deudas de una empresa y el valor de la misma) vuelve a los mercados emergentes más susceptibles ante una crisis, sobre todo porque los mayores incrementos de deuda se dieron en sectores vulnerables como la construcción y la minería, sobre todo en Latinoamérica y en China. 

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