México baja la velocidad

La recuperación económica de México se desaceleró. Esto es lo que indica el consenso de analistas del sector privado los cuales se encuentran preocupados por el crecimiento del país.

De acuerdo con la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía publicada ayer por el Banco de México, se espera que el país reporte un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) este año menor a lo que se esperaba en un principio.

A finales del año pasado, los especialistas pronosticaban que México crecería a una tasa de 3.2 por ciento en el 2015. Pero debido al desempeño decepcionante de los últimos meses, ahora esperan un crecimiento de 2.88 por ciento. De manera similar, su pronóstico para el 2016 se redujo en el mismo periodo de 4.56 a 3.4 por ciento.

Mes tras mes, analistas del sector privado han disminuido sus pronósticos de crecimiento que desde el inicio eran menores al que esperan los funcionarios de Gobierno. Mientras tanto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a cargo de Luis Videgaray se ha mantenido firme a su rango de crecimiento para el 2015 que se ubica entre el 3.2 y 4.2 por ciento del PIB.

El secretario de Hacienda ha declarado que, al igual que el año pasado, el organismo gubernamental se esperará hasta conocer las cifras oficiales de crecimiento durante el primer trimestre de este año para realizar cualquier tipo de modificación a su pronóstico.

Dicho reporte lo publicará el Inegi hasta el 21 de mayo próximo, pero actualmente existen suficientes indicadores que apuntan a un desaceleramiento económico.

Un reporte de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) apunta que las exportaciones mexicanas han reducido su crecimiento debido, principalmente, a la débil actividad industrial en Estados Unidos. Esto aunado a la caída de producción de petróleo conforman los principales factores que tienen a la economía mexicana en aprietos.

Como resultado, la institución financiera recortó su pronóstico de 2.8 a 2.5 por ciento del PIB para este año y de 3.2 a 3 por ciento para el siguiente.

Agobios nacionales

Aunque en los primeros meses del año la economía registró un mejor desempeño que en el mismo periodo del 2014, los indicadores se encuentran por debajo de la tendencia que se registró al final del año pasado.

La principal desaceleración económica se registró en la producción industrial debido a la escasa actividad del sector manufacturero que depende, en gran parte, de la demanda estadounidense. En ese sentido, la manufactura nacional creció tan sólo 2.7 por ciento interanual en enero-febrero, muy por debajo del 4.9 por ciento que se registró en noviembre-diciembre.

Del mismo modo, las exportaciones manufactureras que no están relacionadas con la industria automotriz cayeron 14.9 por ciento trimestral ajustado por estacionalidad.

BofAML afirma que los principales riesgos económicos para México son una mayor caída en la producción petrolera y los riesgos externos representados por el desempeño económico de Estados Unidos y la posible alza de tasas de referencia desordenada por parte de la Reserva Federal, el banco central de este país.

Lo anterior se debe ver bajo la luz de que el país se encuentra en un año de elecciones generales que tendrán un impacto en las diferentes áreas de Gobierno.

Además, los efectos de las reformas aprobadas por la actual administración todavía se encuentran en una etapa de implementación y cualquier cambio positivo tendrá que esperar un tiempo más.

Pero no todo son malas noticias. El mismo BofAML afirma que el consumo y las inversiones se mantienen fuertes y todo parece indicar que también el gasto interno seguirá está tendencia.

Hacienda paciente

Los pronósticos publicados por la Secretaría de Hacienda en los últimos años han sido polémicos. El año pasado se critico que el organismo se haya tardado tanto en corregir sus expectativas ante una abrumadora cantidad de evidencia de que la economía no iba por el camino que esperaban en un principio.

Este tipo de criticas afirman que el pronostico de crecimiento es utilizado como una herramienta política mas que económica.

Hasta el momento la historia parece repetirse. El rango de 3.2 y 4.2 por ciento que espera Hacienda es, desde un inicio, una expectativa optimista.

Solo el tiempo determinará quién está en lo correcto y quién no.