Las energías renovables quieren dar la batalla. Sin embargo, en el horizonte se presentan importantes retos, debido a un cambio en la política energética de México que ha provocado temor en el mercado.
La cancelación de la cuarta subasta de energías renovables y la revisión de los contratos de capacidad eólica y solar son algunos de los factores que influyeron en que el segmento verde se opacara, pero la razón de mayor peso es la apuesta del Gobierno federal por los hidrocarburos fósiles.
La reconfiguración del sector le costó a México caer seis posiciones en el Índice de Atracción de Energía Renovable por País (RECAI, por nombre original en inglés) elaborado por la firma Ernst & Young (EY).
En el ranking publicado en septiembre de 2018, el país se ubicó en el lugar 13, pero en la última actualización de mayo pasado se situó en la posición 19.
Luis Romero, oficial de energías renovables en World Wildlife Fund México (WWF, por sus siglas en inglés), opina que la posición geográfica del país permite que se puedan aprovechar los recursos naturales como pocas naciones en el mundo, pero su adopción entre la sociedad es compleja.
La generación por fuentes limpias alcanzó 24.12 por ciento o 40 mil 499 Gwh al cierre del primer trimestre de 2018 (últimas cifras disponibles), esto quiere decir que se ubicó a menos de un punto porcentual para cumplir la meta del 25 por ciento de generación de energía verde establecida en la Ley de Transición Energética.
Aunque la cifra puede parecer alentadora, la realidad es que representa solo el 0.9 por ciento de la capacidad instalada renovable a nivel mundial, según datos de la International Renewable Energy Agency (IRENA).
Empresas entran en las energías renovables
En la actualidad, existen más de mil 500 empresas en México que obtienen electricidad limpia a través de contratos bilaterales (PPA), de acuerdo con WWF.
Los sectores minero, industrial y químico tienen la mayor demanda y las eólica y solar son las encargadas de satisfacerla.
Entre las compañías que destacan en la lista están Apasco, Biopapel, Cinemex, Gupo Lala, Kia Motors, Mexichem, y Nestlé.
Con los cambios anunciados por la presente administración, la meta deseada se ve cada vez más lejana, pero el oficial de energías renovables en WWF México considera que una forma de detonar a la industria en los próximos años es que a los inversionistas se les ofrezcan incentivos, los cuales pueden ser programas de financiamiento más atractivos o incluso esquemas fiscales más favorables.
Con el propósito de acelerar y facilitar el acceso a energía renovable a usuarios industriales y comerciales en México, WWF impulsó la Iniciativa REN MX.
Luis Romero explica que se trata de un proyecto que persigue tres objetivos: generar y compartir conocimiento; llevar la capacitación a la mayor cantidad de empresas, y conectar compradores con vendedores de energía.
“Estamos seguros que a través de las compras corporativas de electricidad renovable podemos tener grandes efectos para la descarbonización de la economía mexicana en diversos sectores”.