México reacciona
Más allá de la depreciación del peso, el efecto más notorio del Brexit en el corto plazo fue el aceleramiento de la postura de contracción de la política monetaria y fiscal de México.
En conferencia conjunta, Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, y Roberto del Cueto Legaspi, subgobernador del Banco de México (Banxico), dejaron en claro que la economía real de México se encuentra poco expuesta a efectos adversos del Brexit.
Más allá de la depreciación del peso, el efecto más notorio del Brexit en el corto plazo fue el aceleramiento de la postura de contracción de la política monetaria y fiscal de México.
En conferencia conjunta, Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, y Roberto del Cueto Legaspi, subgobernador del Banco de México (Banxico), dejaron en claro que la economía real de México se encuentra poco expuesta a efectos adversos del Brexit.
Videgaray señaló que menos de 1 por ciento de las exportaciones mexicanas se destinan a Reino Unido, por lo que no vislumbran riesgos relevantes para la balanza de cuenta corriente.
No obstante, el titular de la SHCP anunció un recorte al gasto de 2016 de 31 mil 715 millones de pesos en aras de fortalecer los fundamentos macroeconómicos del país y hacer frente a la nueva coyuntura de volatilidad.
A pesar de que la medida fue anunciada horas después del Brexit, el recorte fiscal se encuentra en línea con los lineamientos de política económica de alcanzar un objetivo de cero déficit en el 2017 y con la sugerencia que había hecho con anterioridad el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado de extender la reducción del gasto.
El recorte al gasto, una política fiscal de corte restrictivo, ocurre en un momento en que la actividad económica se encuentra en desaceleración y el sector externo continúa con una tendencia a la baja.
Golpe fiscal y monetario
Por otra parte, la magnitud de la depreciación del peso generó la expectativa de una posible intervención de Banxico para estabilizar el peso. Eventualmente, el mercado se ajustó y hacia el mediodía del viernes, el tipo de cambio cotizaba por debajo de los 19 dólares.
En la conferencia de prensa, las autoridades de política económica dejaron en claro que la Comisión de Cambios no intervendría porque la caída obedeció a una situación global generalizada. Los funcionarios comunicaron que la intervención estaría sujeta a ataques especulativos que tuvieran al peso como objetivo único.
En ese sentido, Banxico determinó que no era necesaria una junta extraordinaria de política monetaria para elevar la tasa de interés de referencia y así evitar una profundización de la depreciación del peso.
Esto se debió en parte a que, a partir de la incertidumbre generada por el Brexit, se redujeron significativamente las probabilidades que asigna el mercado a un alza en la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Dado que el banco central estadounidense ha hecho de la estabilidad financiera internacional uno de sus objetivos implícitos, las probabilidades de un alza en 2016, medidas a través de las posiciones en el mercado de futuros de la tasa de fondos federales, cayeron a menos de 20 por ciento.
Aún así, Grupo Financiero Banorte pronostica un incremento de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia de Banxico en la reunión de política monetaria de esta semana.