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La actividad económica en América Latina y otros países emergentes se mantendrá relativamente moderada en el 2014, de acuerdo con el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque la recuperación económica en los países desarrollados debería fortalecer la demanda externa e impulsar el crecimiento, los bajos precios que mantienen los commodities tendrá un impacto negativo.
El reporte titulado Regional Economic Outlook Western Hemisphere destaca un mayor optimismo sobre México.
El país se mantiene relativamente fuerte gracias a la recuperación económica de Estados Unidos y la implementación de las reformas estructurales aprobadas el año pasado que los economistas ven con buenos ojos.
En ese sentido, el FMI sostuvo su pronóstico de crecimiento económico para México en 3 por ciento del producto interno bruto.
La cifra contrasta con las expectativas de la Secretaría de Hacienda, que se encuentran en el 3.9 por ciento, y otros pronósticos más pesimistas como el del American Chamber of Commerce del 2.5 por ciento.
Durante el año pasado la actividad económica en Latinoamérica se vio frenada por la menor demanda interna, precios bajos en los commodities, endurecimiento de condiciones financieras y limitación de oferta de ciertos productos.
El 2013 fue un mal año para México, que se enfrentó a una fuerte desaceleración económica debido a la reducción del gasto público, actividad en la industria de la construcción y una débil demanda de Estados Unidos, afirma el estudio publicado la semana pasada.
La mayoría de los países en la región mantienen, de acuerdo con el FMI, una política fiscal procíclica, es decir, que acentúa las variaciones económicas.
Sin embargo, otros países como México, Brasil, Chile y Colombia han comenzado a aumentar su capacidad para adoptar políticas anticíclicas en los últimos años.
Entre los principales retos a los que se enfrenta la política fiscal se encuentra la sustentabilidad, transparencia y eficiencia.
Panorama mundial
La actividad económica mundial se fortaleció durante la segunda mitad del 2013, por lo que se espera un mayo crecimiento global durante este año impulsado por los países desarrollados.
De tal modo, el FMI pronostica un crecimiento económico del 3.5 por ciento para el 2014 y del 4 por ciento para el siguiente año.
Entre las economías desarrolladas destaca Japón que, a diferencia del resto, mantiene condiciones monetarias acomodaticias.
La política monetaria en los países que registran una inflación moderada puede responder de manera más flexible al entorno macroeconómico. Por el lado contrario, aquellos que mantienen presiones inflacionarias deben aspirar a políticas fiscales y monetarias más rígidas.
El FMI afirma que la flexibilidad cambiaria debe seguir siendo la principal arma para combatir los choques externos.
Particularmente, los países en vías de desarrollo en latinoamerica deben controlar los niveles de gasto público, el cual, ha registrado un crecimiento constante en los últimos diez años debido a los ingresos en commodities.
Se ha comprobado como los problemas económicos en Estados Unidos tienen repercusiones en toda la región. De acuerdo con el FMI, los efectos negativos se han logrado contener durante la última década, pero los problemas que se presentaron durante el 2013 señalan que un gran número de países sigue siendo susceptible.
Latinoamerica debe estar preparada para cualquier escenario y la implementación de reformas estructurales es la mejor manera de mantenerse fuerte ante las presiones económicas externas.
Cambios energéticos
Otro factor destacado por el FMI es el cambio en el panorama energético global que ha representado el boom en la explotación de petróleo y gas natural en Norteamérica.
Esto ha llevado a que en el 2013 más de un quinto de la producción global de crudo y más de un cuarto de la producción de gas provengan de la región.
Pero el boom no ha beneficiado a todos, pues aunque Canadá ha aumentado su participación en las importaciones energéticas de Estados Unidos, lo ha hecho a costa de otros exportadores como México, Venezuela y Nigeria.
Además, el reporte indica que la producción petrolera de México ha ido consistentemente en caída desde su pico histórico del 2004, mientras que la producción de gas natural se ha mantenido plana después de ir en aumento hasta el 2007.
Sin embargo, el FMI destaca que la producción de hidrocarburos en México tiene el potencial de despegar en un entorno post-reforma energética.
Sin embargo, dicho potencial depende de la aprobación de las leyes secundarias de la reforma, pues sin estas el marco regulatorio aún no es claro, y no permite que se comiencen a dar las inversiones por parte del sector privado.
Por lo pronto, los coordinadores de bancada de los diferentes partidos en la Cámara de Diputados y en el Senado han acordado continuar la discusión en sesiones legislativas extraordinarias que se realizarían en junio.