Pobreza en la línea

La entrega del Premio Nobel en Economía de este año a Angus Deaton por su trabajo en temas de pobreza y bienestar se consideró un buen augurio para el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, conmemorado cada 17 de octubre.

Esto fue recibido como una señal de la creciente importancia que ha tenido el combate a la pobreza en la agenda de la política pública global, así como de un creciente optimismo.

Rodrigo Carbajal Rodrigo Carbajal Publicado el
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9.6
por ciento es la proporción de la población global viviendo en condiciones de pobreza extrema, un mínimo histórico de acuerdo al Banco Mundial
"Cuando estás midiendo la tasa de pobreza en India o la tasa de mortalidad en Estados Unidos, estamos viendo indicadores agregados. Pero esto representa una muerte a la vez. Es una persona a la vez la que vive en pobreza. Son sus vidas las que están en juego”
Angus DeatonPremio Nobel de Economía 2015
El mundo enfrenta una ‘nueva normalidad’ de bajo crecimiento, particularmente en los países emergentes donde se ubica la mayoría de la gente viviendo en condiciones de pobreza
https://www.youtube.com/watch?v=g2avl35HuGQ

La entrega del Premio Nobel en Economía de este año a Angus Deaton por su trabajo en temas de pobreza y bienestar se consideró un buen augurio para el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, conmemorado cada 17 de octubre.

Esto fue recibido como una señal de la creciente importancia que ha tenido el combate a la pobreza en la agenda de la política pública global, así como de un creciente optimismo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) sustituyó sus Objetivos del Milenio por nuevos lineamientos denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible. La erradicación de la pobreza extrema para el 2030 fue establecido como la primera línea de esta nueva agenda.

En ese sentido, el Banco Mundial respaldó la iniciativa y su presidente, Jim Yong Kim, declaró que  esta era una tarea posible. 

Meses después, el organismo anunció que la proporción de la población viviendo debajo de la línea de ingreso mínimo se ubicó debajo de 10 por ciento por primera vez en la historia. Para Kim, el hecho de que únicamente el 9.6 por ciento de la población se encauentra en situación de pobreza extrema ha de ser considerado como “la mejor noticia de todas”.

¿Optimismo desbordado?

Sin embargo, este optimismo contrasta con el continuo deterioro de las condiciones económicas globales. El mundo enfrenta una “nueva normalidad” de bajo crecimiento, particularmente en los países emergentes donde se ubica la mayoría de la gente viviendo en condiciones de pobreza.

El Fondo Monetario Internacional redujo su pronóstico de crecimiento de este año a una tasa de 3.1 por ciento. El mayor recorte provino de un ajuste en la expectativa de expansión de países emergentes ya que se enfrentan a salidas de capital, depreciación de sus divisas frente al dólar, deterioro de condiciones de endeudamiento y a una baja en el precio de las materias primas (sus principales productos de exportación).

El consenso de analistas argumenta que a diferencia de crisis pasadas, esta vez los mercados emergentes tienen ante sí un problema estructural de crecimiento y no una coyuntura de estrés financiero que puede ser revertida con medidas específicas de política pública.

La falta de crecimiento toma más tiempo en resolverse dado que implica la realización de reformas o un cambio de 180 grados en las condiciones económicas globales.

China es el caso más representativo de esta situación. La transición que ha llevado el país desde un modelo de inversión hacia un modelo de consumo interno no ha estado exento de costos. 

Una encuesta a economistas realizada por la agencia Reuters espera que China crezca a una tasa de crecimiento de 6.5 por ciento el siguiente año, la menor en un cuarto de siglo.

Los efectos de la debacle de China no se limitan a desaceleración de las economías emergentes. El cambio de tendencia es relevante porque el dinamismo económico del gigante asiático ha contribuido considerablemente a sacar a millones de personas de condiciones de pobreza en los últimos treinta años.

Problemas de medición

El debate de la academia económica sobre la medición de pobreza está lejos de ser resuelto. El Banco Mundial ha recibido numerosas críticas porque se considera que su método sobreestima la cantidad de personas que superan las condiciones de pobreza extrema. 

Asimismo, las críticas son más severas para la medición utilizada por la ONU. En México, el secretario de Desarrollo Social José Antonio Meade declaró que bajo los estándares de la ONU, existirían 12.5 millones de pobres y no 55.3 millones como señala Coneval.

La diferencia radica en que la ONU únicamente contempla un nivel de ingreso mínimo de 1.25 dólares al día para establecer la línea de pobreza. El Banco Mundial apenas modificó esta instancia y elevó la barrera hasta 1.90 dólares.

En cambio, Coneval mide la pobreza a partir del enfoque multidimensional propuesto por la Iniciativa de Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford. El método no se limita a la medición del ingreso ya que incluye variables como la educación, la alimentación y el acceso a servicios de salud.

El Ganador del Premio Nobel en Economía, Angus Deaton, un crítico de la línea de pobreza, ofrece su perspectiva: “concentrarse en el número de personas que están debajo de esta línea es como perseguir un unicornio en medio del bosque. No creo que sea sensato que el Banco Mundial se comprometa con este proyecto”. 

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