Las remesas provenientes principalmente de Estados Unidos, y que representan una importante fuente de ingreso en México, continúan con su tendencia a la baja.
El Banco de México reportó ayer que el monto de remesas recibidas durante febrero del 2013 ascendió a mil 589 millones de dólares, mucho menor del consenso esperado de mil 700 millones de dólares.
En conjunto, los primeros dos meses del 2013 acumulan 3 mil 60 millones de dólares, un 7.1 por ciento menos que los mismos meses en el 2012.
La debilidad de las remesas subraya la débil recuperación estadounidense, que no se ha traducido hacia todos los sectores de la economía.
Las remesas típicamente se relacionan de manera cercana con el sector de construcción en Estados Unidos, lo que alude a un sector menos dinámico a lo que previamente se consideraba.
Así mismo, otra probable razón podría ser la fortaleza del peso, pues se ha encontrado que tiende a desalentar a los mexicanos en el extranjero a enviar dinero a casa.
No obstante, el envío promedio incrementó a 293 dólares por cada uno, lo que apunta a un problema de empleo, más que cambiario.