La política de Donald Trump tuvo un impacto positivo en México. El monto de las remesas que entraron al país provenientes de Estados Unidos alcanzó su máximo histórico para un primer bimestre del año con 4 mil 414.9 millones de dólares, gracias a la recuperación económica del país del norte, la aplicación de la política del inquilino de la Oficina Oval en términos de creación de nuevos empleos y el aumento en la remuneración a los trabajadores.
“En este tema tiene mucho que ver el ciclo económico, particularmente que se ha hecho palpable en el empleo, la creación de nuevas plazas, con una economía que se recupera desde el 2010 y un aumento en los salarios. Además el tema de que el sector de la construcción en Estados Unidos ha ido creciendo, rama en la que muchos mexicanos trabajan”, explica Alejandro Saldaña, analista económico del Grupo Financiero Ve por Más.
En el primer bimestre de este año, las remesas aumentaron 7.1 por ciento con respecto al mismo lapso del año pasado; este es el crecimiento más importante desde 2016, cuando registró un avance de 15.7 por ciento, de acuerdo con datos de Banxico.
“El número de transacciones registradas ascendió a 14 mil 526, equivalentes a un aumento del 5.2 por ciento, mientras que la cifra promedio por envíos fue de 304 dólares, lo que representa un incremento del 2 por ciento contra los primeros dos meses del año anterior”, estima Janneth Quiroz, analista de Monex.
Sin embargo, en términos reales al ajustar los dólares al tipo de cambio y descontar la inflación, las remesas acumularon cuatro meses consecutivos con caídas, al registrar en febrero una contracción de 7.3 por ciento.
La moneda nacional se depreció a finales de febrero a 18.6 pesos por billete verde, cuando un año antes tocó los 20.3 pesos, según un estudio de BBVA Research.
México es el primer receptor de remesas en Latinoamérica y el cuarto a nivel mundial. En la actualidad, viven 12.6 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, que representan un 27 por ciento del total de los expatriados.