¿Por qué las empresas dan ‘mordidas’?
En los últimos 30 años, reconocidas empresas mundiales como Siemens, Hyundai y Lockheed Martin han sido protagonistas de escándalos de corrupción.
Como cualquier otro costo en una empresa, dar mordidas implica esperar un retorno a cambio de una inversión.
Eduardo FloresEn los últimos 30 años, reconocidas empresas mundiales como Siemens, Hyundai y Lockheed Martin han sido protagonistas de escándalos de corrupción.
Como cualquier otro costo en una empresa, dar mordidas implica esperar un retorno a cambio de una inversión.
Bien es conocido el porcentaje del proyecto que, especialmente en países en desarrollo, se destina para “ganar” licitaciones públicas.
La práctica es tan común que, según una encuesta del Dow Jones, más del 40% de las 300 empresas más grandes del mundo han perdido contratos contra competidores que hacen uso de maneras “no éticas” para ganar.
Estimaciones de la OCDE en un grupo de 34 países ricos, sugieren que las mordidas representan entre 5 y 25% del valor total de las transacciones internacionales.
Si bien la razón podría parecer clara, más evidencia empírica encuentra que las empresas no siempre actúan en sus mejores intereses en el corto plazo, al dispensar fuertes cantidades por proyectos que no siempre son lucrativos.
Quizá el fin de algunas mordidas no es sólo ganar contratos, sino tener una excusa para formar relaciones de largo plazo con personas en posiciones clave.
Por ejemplo, un estudio de 166 casos de corrupción encuentra que algunas empresas están dispuestas a perder cosechando esas relaciones para entrar a un mercado que genera ganancias grandes, pero esporádicas, como el de las licitaciones.
Curiosamente en el estudio, las empresas más ineficientes pagaron mordidas mayores y naturalmente ganaron más contratos pocos meses después.
¿Qué se puede hacer para disminuir estas tentaciones?
Otro estudio encuentra que hay una relación directa entre el número de periódicos y la libertad de prensa con la corrupción empresarial.
Es decir, a mayor periódicos en un país y mayor libertad de expresarse, menor la probabilidad de que un político se anime a condicionar el contrato con una cuota.
Pero también los empresarios son más renuentes a ofrecer las mordidas, pues el costo estimado por la mala reputación de salir en la prensa es mucho mayor que la mordida en sí.
Es decir, más que el costo monetario, lo que más asusta a los gerentes es salir en la primera plana del periódico.
Sin embargo, dados los incentivos que enfrentan en el mercado las empresas y el largo camino que falta recorrer en la libertad de prensa en este país, casos como el de Walmart, que se encuentra bajo investigación de la justicia de Estados Unidos por evidencia de sobornos a autoridades en México, seguirán apareciendo con frecuencia.