Son productos distintos. Aunque ambos permiten a los mexicanos financiarse, se piensa que los préstamos y los créditos son sinónimos, pero la realidad es que tienen varias discrepancias entre ellos.
En el caso del préstamo, una entidad financiera (banco o fintech) otorga una cantidad específica de dinero tras firmar un contrato con el interesado. En ese documento se pactan las cuotas periódicas en las que el cliente devolverá el monto.
Esa cantidad escalonada contempla el préstamo otorgado y un monto adicional por los intereses pactados.
Por el otro lado, el crédito es una cifra de dinero que una institución financiera pone a disposición del cliente durante un periodo de tiempo.
La gran diferencia es que al titular no se le entrega el monto como sucede con el préstamo, sino que puede utilizarlo de acuerdo a sus necesidades.
Un análisis elaborado por BBVA Bancomer revela que entre las principales diferencias que existen es que con el préstamo se entrega el importe total, mientras que con el crédito se dispone de la cantidad durante un periodo.
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Además, con los préstamos hay que pagar intereses desde el momento en que se hace la transacción, mientras que con una línea de crédito se abonan intereses cuando se accede al capital.
Otra es que el crédito se puede renovar varias veces, algo que no sucede con el préstamo, pues se debe pagar en el plazo acordado.
Fintech, los otros jugadores
La recién promulgada Ley Fintech ha detonado al sector tecnológico financiero en México. Hasta 2017, Finnovista tenía registro de 54 startups que prestan dinero, abarcando un 23 por ciento del total de las financieras identificadas.
“La penetración de internet y los dispositivos móviles han jugado un papel importante en esta expansión de las statups que ofrecen créditos”, manifiesta Diego Paillés, director general de LaTasa.mx
La plataforma mexicana, que es parte de Resuelve tu Deuda, ayuda a conectar a quienes buscan opciones de crédito con inversionistas.
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Los créditos van desde los 20 mil hasta los 350 mil pesos con tasas personalizadas y un plazo a pagar que se puede extender hasta los 36 meses, precisa el directivo de la fintech.
En algún momento de la vida muchas personas recurren al financiamiento para poder solventar un imprevisto, vacaciones o el regreso a clases.
Ante esto, Paillés recomienda que primero analices las opciones existentes y con ello hagas un balance sobre si verdaderamente cuentas con la capacidad de pago, de lo contrario ese préstamo o crédito pueden convertirse en tus enemigos.
“Tienes que estar muy consciente de los gastos que puedes hacer al endeudarte de manera inteligente para que eso no ponga en riesgo tu estabilidad financiera”
