Primera prueba para Díaz de León
Se espera ampliamente que la Reserva Federal eleve su tasa de interés de referencia en la reunión de política monetaria que concluye hoy, lo que presiona al Banco de México a reproducir esta medida en un momento en el que la inflación está más de 300 puntos base por encima del objetivo
Lourdes GonzálezEn la última reunión de política monetaria de 2017, la Reserva Federal (Fed) podría anunciar un alza más de 25 puntos base en las tasas de interés; mientras que el mercado anticipa que Banco de México haga lo mismo este jueves para contener una inflación que fue sorpresivamente alta en noviembre.
Si la Fed decide elevar su tasa de referencia quedaría en un rango de entre 1.25 por ciento y 1.50 por ciento, lo cual ocurriría el mismo día que Estados Unidos publique el dato de inflación de noviembre, que se espera alcance un nivel de 2.2 por ciento, subiendo de 2 por ciento en octubre.
Además, esta reunión de la Fed será importante para los mercados financieros porque se publicarán las proyecciones y estimados de crecimiento para el cierre de año y de 2018.
La expectativa por la decisión de política monetaria de la Fed llevó ayer, al tipo de cambio a cotizar en 19.21 pesos por dólar, aunque el mercado en México estuvo cerrado por el feriado del empleado bancario.
El gobernador de Banco de México, Alejandro Díaz de León, asumió el cargo este mes, luego que el 30 de noviembre se hizo efectiva la renuncia de Agustín Carstens a esa posición. Aunque los mercados dan una alta probabilidad a que el banco central eleve su tasa de referencia en 25 puntos base, el analista, Joel Virgen opinó que esa medida no debe ser dada por hecho.
Sin embargo, no hay que perder de vista la recomendación del secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, en el sentido que el instituto central debe estar atento a la política monetaria estadounidense y a la situación del país antes de decidir subir las tasas locales.
En ese sentido, habrá que esperar a ver qué hace la Fed, en un contexto donde los mercados descuentan que va a haber un alza de 25 puntos base.
Desde diciembre de 2015, la tasa de interés de referencia se ha elevado en 400 puntos base.
Expectativa dividida
La decisión de política monetaria del jueves por parte de la Junta de Gobierno del banco central mexicano ha generado fuertes diferencias entre analistas y el mercado.
Por un lado, está la postura que apunta a que Banco de México no debería y no subirá la tasa. Lo anterior, a pesar de la sorpresa negativa en la inflación en noviembre, así como algunos comentarios de corte restrictivo en la última minuta de política monetaria, y de que la Fed subiría su tasa un día antes.
“Consideramos que Banxico mantendrá sin cambios la tasa de referencia, dado su elevado nivel actual real (considerando la expectativa de inflación)”, apuntó Sergio Kurczyn, analista de Citibanamex.
Debido a eso, dijo que el instituto monetario esperaría a observar la evolución de riesgos en el 2018, y su impacto cambiario.
Se podría esperar hasta enero para ver en qué medida el efecto base reduce la inflación anual y así estar en una mejor posición para valorar en qué medida se puede alcanzar el objetivo de inflación del 3 por ciento para final de año.
Los analistas esperan que la decisión de política monetaria de Banco de México sea unánime.
Continuidad del ciclo
Diversos analistas opinan que no hay certeza sobre si habrá cambios sustanciales en la dirección del banco central mexicano o de la política monetaria con Alejandro Díaz de León a la cabeza, pero a lo que si apuestan es que se eleve al menos 25 puntos base la tasa de referencia; en particular después de los comentarios iniciales de Díaz de León, como gobernador de Banco de México, que también fueron vistos como inclinados hacia una postura restrictiva.
En una entrevista para la agencia Reuters, Alejandro Díaz de León refirió que la inflación podría ralentizarse menos de lo previsto debido a choques recientes y posibles sacudidas futuras.
En ese sentido, se refirió un reporte de Banorte, al cambiar el pronóstico de política monetaria a un incremento de 25 puntos base de tasas durante la reunión del jueves.
Entre los puntos que finca su expectativa están la rápida depreciación del peso frente al dólar y la inflación, que a noviembre alcanzó 6.63 por ciento a tasa anual.
Sin embargo, de cara al futuro, esperarían que el próximo movimiento de Banco de México sea de un recorte de tasas en la segunda mitad del 2018, en 25 puntos base en agosto.
Por su parte, la presidenta del IMEF, Adriana Berrocal adelantó que se esperaría un efecto de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, porque si la autoridad monetaria estadounidense sube la tasa entonces ocurrirá lo mismo en México.
“Se van a tener que evaluar todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo”, sostuvo.
En la última decisión de política monetaria, con Agustín Carstens al frente de la Junta de Gobierno, la tasa de fondeo permaneció en 7 por ciento. En el comunicado del 9 de noviembre, los integrantes de esa entidad monetaria adelantaron que la inflación general anual exhibiría una tendencia a la baja en lo que restaba del año.
La volatilidad en el peso es otro de los factores que componen el panorama complejo para el nuevo gobernador, que tendrá que tener una postura firme y generar certidumbre pese a la cantidad de elementos que propician la incertidumbre y que están asociados con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales de 2018 donde estaría en juego un cambio en el modelo económico con el candidato de izquierda al frente de las preferencias de los electores, en los sondeos de opinión pública que se conocen.