Protégete de los créditos exprés

Esta clase de financiamiento puede sacarte del apuro en un determinado momento, pero si no tomas en cuenta los riesgos a los que estás expuesto te meterás en otro problema del que no saldrás tan fácil
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Nadie te presta dinero de la noche a la mañana. ¿Te ha pasado que vas caminando por la calle y te ofrecen un folleto que promociona créditos por montos que van de los 500 mil hasta los dos millones de pesos sin documentos ni un aval? Al enfrentarte a esta situación debes tener cuidado porque es probable que se trate de un fraude

Esta clase de financiamiento, que también se le conoce como “gota a gota”, ha ganado popularidad gracias a lo fácil que resulta atraer nuevas víctimas no solo con un volante que se reparte de mano en mano, también por la difusión que en la actualidad tiene en las distintas redes sociales.

Humberto Vergara, experto en finanzas personales, comenta que ante una urgencia financiera lo mejor es no aceptar esta clase crédito porque la gran mayoría se trata de un engaño y operan en función de las necesidades de las personas.

“En un intento por encontrar una solución fácil a sus problemas las personas acuden a los créditos exprés porque no les solicitan ningún requisito, pero las instituciones que no están reguladas se basan en esto para cometer abusos y hasta extorsiones porque se brincan todos los trámites legales”, detalla Vergara.

Verifica la identidad de la institución

Antes de contratar cualquier servicio financiero es importante que te cerciores de que se trata de una institución bien establecida y no de una ‘patito’.

La Condusef cuenta con el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES), una herramienta pública que te proporciona información detallada sobre la institución que te está ofreciendo un crédito.

“Si crees que algo no está bien o te insisten por varios medios de que aceptes el servicio debes tener cuidado porque se puede tratar de un posible engaño o incluso hasta de una extorsión”, asegura Humberto Vergara.

Duda si te piden dinero

Ten especial cuidado si te piden un adelanto o que deposites dinero a cambio de la facilitación del crédito. En cualquier institución bien regulada las comisiones o gastos relacionados con la transacción se te cobrarán una vez que te otorguen el dinero, pero nunca antes.

El experto en finanzas personales comenta que una de las principales señales para saber que se trata de una estafa es que ninguna entidad solicita anticipos. “Es importante que no te dejes engañar por la aparente rapidez para el otorgamiento de un crédito”, refiere.

Desconfía si no hay requisitos

Si al momento de solicitar el crédito no te solicitan documentos básicos como identificación y tampoco consultan tu historial crediticio ten cuidado.

Por muy atractivo que esto parezca a la larga te puede traer serias complicaciones, ya que si no revisan tu historial en el Buró de Crédito quiere decir que no les importa el riesgo que están tomando con sus clientes y por lo tanto las tasas que te impongan serán muy altas.

“Las instituciones que se interesan por conocer los antecedentes y el estatus financiero de sus clientes están procurando cuidar sus intereses y que los usuarios no se sobreendeuden”, explica Vergara.

Acude a una institución autorizada

Lo ideal es siempre mantener unas finanzas libres de deudas, pero si decides acudir a los créditos para solventar algún gasto o una emergencia, compara las opciones que existen en el mercado y no olvides asegurarte de que se trata de una institución bien establecida.

Existen diversas opciones además las entidades financieras como las empresas de fondeo colectivo (crowdfunding) que son una alternativa, aunque es necesario que cuentes con un buen historial crediticio antes de que intentes solicitar un crédito.

Mide tu capacidad de pago

Pon en una balanza tus ingresos, los gastos que tienes y el dinero que necesitarás para poder hacer el pago de la mensualidad de tu crédito. Recuerda: el monto no debe interferir con tus compras y gastos fijos, como la renta, el pago de servicios (luz, agua, gas, teléfono, internet, etc.)

“Ahorrar se puede convertir en un reto complicado, pero si pones en marcha pequeñas acciones como evitar gastar en golosinas o compartir tu auto para ir a la escuela o el trabajo podrás elevar tu capacidad de pago en el largo plazo”, dice el especialista en finanzas personales.

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