Reforma fiscal: nueva dieta del mexicano
Como dicen “no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”, y así es como el 2014 inicia con nuevas expectativas y nuevos impuestos.
Si se tiene algún sentimiento de culpa por las comilonas de las fiestas decembrinas, la reforma fiscal le brinda a los mexicanos una de las dietas más efectivas al gravar con un 8 por ciento los alimentos “chatarras”, aquellos con más de 275 kilocalorías por cada 100 gramos, y con un peso por litro a las bebidas azucaradas o insumo para éstas.
Jorge PolancoComo dicen “no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”, y así es como el 2014 inicia con nuevas expectativas y nuevos impuestos.
Si se tiene algún sentimiento de culpa por las comilonas de las fiestas decembrinas, la reforma fiscal le brinda a los mexicanos una de las dietas más efectivas al gravar con un 8 por ciento los alimentos “chatarras”, aquellos con más de 275 kilocalorías por cada 100 gramos, y con un peso por litro a las bebidas azucaradas o insumo para éstas.
Incluso hasta el perro de la familia se verá afectado con un 16 por ciento en su alimento por el IVA.
De la misma forma se verán aumentos en transportes foráneos, y en las fronteras pasan de tener el 11 al 16 por ciento de IVA. Hasta los chicles van a salir más caros. También se presentarán alzas mensuales en la gasolina, ya que la magna crecerá 6 centavos y 8 la premium.
Respecto al aumento del Impuesto Sobre la Renta (ISR), quienes ganen 750 mil pesos al año pagarán por dicho impuesto el 30 por ciento; entre 750 mil pesos y un millón al año, pagarán 32 por ciento; entre 1 y 3 millones al año, 34 por ciento, y finalmente los que superen la última cifra se les gravará el 35 por ciento del ISR.
Con todos estos impuestos se anunció también un aumento del 3.9 por ciento del salario mínimo, para así llegar a un salario mínimo diario de entre 67 y 63 pesos en la zona A y B, respectivamente.
Un problema nutricional bastante gordo
Si bien algunos impuestos buscan gravar más a los que más recursos tienen, la cuestión es que se sigue afectando más al que menos recursos capta.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, se tiene un nivel de pobreza del 45.5 por ciento de la población.
La misma institución advirtió que del 2010 al tercer trimestre del 2013 la porción de los mexicanos que no pueden pagar por una alimentación básica saludable aumentó en un 13 por ciento, y es que el precio de la canasta básica ha aumentado en un 21 por ciento en el mismo periodo.
Cabe destacar que la mitad de los mexicanos gastan la mitad de sus ingresos en alimentos, mientras que el 10 por ciento más rico gasta menos de un cuarto, esto según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Lo que nos dice que la parte más desprotegida se verá más afectada por estos aumentos de impuestos, esto por más que se diga que son impuestos para mejorar la salud de los mexicanos o para gravar a los que más tienen.
En artículos pasados en Reporte Indigo se ha mencionado que los productos “chatarra” sí llegan a lugares donde el gobierno ni siquiera ha podido brindar servicios de agua potable.
Si bien un aumento de impuestos puede brindarle al gobierno más recursos para proyectos sociales, también es cierto que ha faltado complementar dichos proyectos con otras acciones para no dejar vulnerables a los grupos antes mencionados.