Remesas en picada por pérdida de empleos

Los flujos de los envíos de migrantes hacia todos los países se desplomarán durante este año por la pérdida masiva de empleos profundizando el deterioro de la economía mundial
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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Las remesas volarán bajo lo que resta del año. La pandemia del Covid-19 también le pasará factura a los más de 240 millones de migrantes en todo el mundo que envían dinero a casa y muchos de ellos sortearán el desempleo y la pobreza en un país ajeno al suyo.

Aunque se espera que las economías se recuperen de manera paulatina hacia finales del próximo año, al mirar hacia la migración el impacto del Covid-19 demuestra que esta crisis será más larga y profunda.

Las personas fuera de su lugar de origen se enfrentan a un doble dilema: el alto riesgo de contagio y la pérdida de su trabajo.

El último informe del Banco Mundial (BM) sobre migración y desarrollo revela pronósticos nada alentadores sobre las tendencias en el flujo de las remesas para el 2020.

20
por ciento caerán las remesas durante este año

Para el cierre de este año, las remesas mundiales caerán aproximadamente 20 por ciento, equivalente a 110 mil millones de dólares, debido a la crisis económica provocada por la emergencia de salud mundial, esta disminución será la mayor en la historia reciente.

Los migrantes mexicanos que no tengan trabajo van a regresar a México y esto se convertirá en un problema para el país
Gabriel Farfán MaresDirector general de la Comunidad Mexicana deGestión Pública

En los países de bajos y medianos ingresos, los envíos de los trabajadores retrocederán 19.7 por ciento, a 445 mil millones. El BM advierte que esto representará la pérdida de una línea vital de financiamiento para muchos hogares vulnerables.

Las remesas se han multiplicado por cinco en las últimas décadas y en muchos países de bajos y medianos ingresos representan la principal fuente de financiamiento externo.

Al perderse este ingreso, se corre el riesgo de que se deteriore la nutrición de las familias, se reduzca el gasto en educación y aumente el trabajo infantil.

El valor total de estos flujos a nivel mundial suma aproximadamente tres veces la ayuda que reciben los países de bajos ingresos desde mediados de la década de los 90.

Gabriel Farfán Mares, director general de la Comunidad Mexicana de Gestión Pública, asegura que estos recursos no solo son importantes para el desarrollo de un país, también permiten a las familias receptoras pagar sus alimentos, atención médica y otras necesidades básicas.

“Habrá impactos diferenciados en todo el mundo, pero con esta caída será inminente un incremento en los niveles de pobreza y desempleo. Es un golpe directo al consumo de bienes básicos de las personas y esto traerá severas consecuencias sociales y económicas”, explica el asesor externo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Remesas Sin alternativas en el futuro

Los factores que intervendrán en un menor envío de remesas durante este año son la caída de los salarios y el recorte de los empleos de los migrantes, quienes son el sector más vulnerable en un país de acogida.

Entre los países miembros de la OCDE que experimentarán un incremento en la tasa de desempleo migrante a raíz de la pandemia se encuentran Estados Unidos, España, Francia, Italia, y Suecia por el alto número de trabajadores extranjeros concentrados en esos territorios.

+240
millones de personas viven en un país distinto al que nacieron

Por región, el reporte del banco liderado por David Malpass sugiere que los envíos caerán 27.5 por ciento en Asia Central y Europa; seguida de África Subsahariana, con 23.1 por ciento, en tanto que en Asia del Sur retrocederán 22.1 por ciento. Al voltear hacia América Latina y el Caribe las remesas se desplomarán 19.3 por ciento.

En la actualidad, los cinco mayores receptores de remesas son India, China, México, Filipinas y Egipto. En el caso particular de México el monto ascendió a 38.7 billones de dólares, de acuerdo con el BM.

Si la comunidad migrante fuera un país, este tendría la quinta población más grande en todo el mundo, superando poblaciones como la de Brasil, muestra un reporte de Oxfam, y si el monto de las remesas globales fuera considerada como una economía nacional se ubicaría en el lugar 20, similar al PIB de Suiza.

Gabriel Farfán Mares considera que México se encuentra en una posición vulnerable, ya que tras la caída en los ingresos petroleros, las remesas se han convertido en uno de los principales motores para la economía nacional y al ser Estados Unidos el principal destino desde donde se realizan los envíos el impacto puede superar al estimado por el BID.

“Si se cae la economía de Estados Unidos, lo único que quedaría por hacer en México es impulsar una política económica dirigida a incrementar el consumo y el mercado interno, pero este tiene graves problemas de informalidad y trabajos precarios”.

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