Sector energético en problemas financieros
Las empresas energéticas atraviesan por diversos problemas financieros, situación que pone en duda la viabilidad del sector en América Latina durante los próximos años
Nayeli Meza OrozcoPemex no es la única con problemas. A pesar de que es la petrolera que lleva años sumergida en una complicada situación financiera, no está sola en tormenta del sector energético.
Al mirar hacia América Latina, otras empresas del sector se encuentran en medio de turbulencias financieras, ya sea por presiones internas o externas.
La venezolana PDVSA y PetroEcuador son otros jugadores del mercado que están en la misma situación, hecho que las ha llevado a colocar deuda en el mercado o a recurrir a préstamos para poder mantenerse a flote.
Erick Sánchez Salas, director asociado de Desarrollo de Negocios en la firma IHS Markit, opina que esto es resultado de la crisis de los precios del petróleo de 2014, de la cual las compañías no se ha podido recuperar.
Los descalabros del sector energético
Pemex es la petrolera más endeudada a nivel mundial y sus finanzas no han mejorado, a pesar de los esfuerzos del Gobierno federal por sacar a la empresa de su complicada situación financiera.
Hasta el tercer trimestre de 2019, la deuda de la empresa mexicana ascendió 106 mil 502 millones de dólares.
Sin embargo, hace unos días Pemex anunció una reducción histórica de su deuda en dólares y de sus obligaciones financieras de corto plazo.
El monto de la reducción de la deuda total fue por 5 mil millones de dólares, con los recursos de la aportación patrimonial del Gobierno federal, mientras que el refinanciamiento de pasivos fue por un monto de 20 mil 130 millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
A pesar de las buenas noticias dadas a conocer por el secretario de Hacienda Arturo Herrera, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) considera que Pemex se encuentra en una quiebra técnica.
En un reporte, el centro de investigación detalla que, a pesar de que en la última década el gobierno federal le ha inyectado más de 250 mil millones de pesos, lo que se requiere son cambios profundos en la manera en la que toma decisiones, opera e invierte.
Al respecto, Ramsés Pech, socio de la firma Caravia y Asociados, considera que los problemas de Pemex han estado presentes desde hace años, pero con la apuesta del gobierno en el sector, estos se han transformado, aunque aún no queda claro su rumbo.
“Pemex necesita más dinero para cambiar la estructura de sus finanzas y mientras no obtenga más recursos, las buenas intenciones en el papel no serán suficientes para rescatar a la empresa”, comenta el analista de la industria energética y en economía.
Por su parte, Venezuela atraviesa por una crisis económica desde hace años y esto se ha trasladado hacia el sector energético.
En momentos en que la producción petrolera reporta mínimos históricos a 644 mil barriles diarios, la estatal anunció que tomará medidas de austeridad entre los que destacan la suspensión de alquileres de vehículos blindados.
Además, los trabajadores tienen prohibido cobrar al sector energético gastos de alimentos, lavandería y estacionamiento.
Se espera que para 2020 la producción de crudo en Venezuela se recuperará a más de 1.2 millones de barriles diarios, casi el doble del nivel actual, de acuerdo con estimaciones de analistas.
Sin embargo, las desinversiones que han realizado en la petrolera, así como una mala gestión empresarial pesan sobre esta meta.
Erick Sánchez Salas, director asociado de Desarrollo de Negocios en la firma IHS Markit, considera que el mayor desafío al que se enfrenta la petrolera es que su crudo dejó de ser atractivo en el mercado internacional.
“Venezuela lleva años sumergido en una crisis económica y politica de la que no se ha podido recuperar y su petróleo ya no es requerido a nivel mundial, esto ha provocado que su situación financiera se agudice”, precisa el especialista del sector energético.
En este momento, Ecuador atraviesa por un momento complicado en términos políticos y económicos.
El gobierno declaró estado de excepción en todo el país en respuesta de las protestas por la decisión de eliminar los subsidios a los combustibles.
El mayor impacto será a la producción petrolera de PetroEcuador, que asciende a 540 mil barriles diarios, además de que el aumento en los precios de los combustibles provocará un aumento de la inflación.
Durante años, este indicador ha reportado tasas negativas y, en la actualidad, es de -0.1 por ciento, cifra que aumenta la incertidumbre dado que el crecimiento económico se ha estancado.
A inicios de octubre, el gobierno ecuatoriano anunció su salida de la Organización de Países Productores El sector energético de México afronta una etapa decisiva por la acumulación de graves problemas estructurales de Petróleo (OPEP), a partir del 1 de enero de 2020, argumentando razones de “sostenibilidad fiscal”.
Al respecto, Ramsés Pech, socio de la firma Caravia y Asociados, opina que la medida del país responde a que su gobierno ya se dio cuenta de que está limitado en recursos.
“Ecuador quiere mejorar sus números y al salirse de la OPEP podrá aumentar su producción en el largo plazo sin que tenga ninguna restricción”.