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La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) emitió ayer una recomendación para que se reconozcan los servicios de transporte de personas por medio de plataformas móviles como Uber y Cabify.
En los último meses, cientos de taxistas en diferentes ciudades del país han salido a las calles a protestar en contra de este tipo de empresas acusándolas de competencia desleal. La presión por parte de estos grupos consiguió que varios gobiernos locales, como el de Eruviel Ávila en el Estado de México, intentarán prohibir este tipo de servicios.
Sin embargo, todas las amenazas en contra de Uber y Cabify terminaron sólo en palabras y por primera vez una autoridad en la materia se pronunció a favor de las nuevas plataformas móviles.
Aunque las declaraciones de la Cofece no son vinculatorias, es decir, no obliga a ningún otro organismo de gobierno a respetar a estas empresas, significa un gran paso para conseguir una regulación adecuada.
De acuerdo con la Cofece, los servicios de empresas de redes de transporte (ERTs) como Uber y Cabify son el resultado de los avances tecnológicos que generan bienestar social.
“Dado el impacto relevante que tienen en la dinámica social, la Cofece sugiere que la prestación de estos servicios se reconozca formalmente como una nueva categoría o modalidad de transporte”, explicó la autoridad mediante un comunicado.
En ese sentido, la autoridad en competencia económica recomienda que la nueva regulación debe limitarse a tutelar los objetivos públicos elementales en materia de seguridad y protección del usuario.
Cualquier otro tipo de restricciones injustificadas a la competencia y libre concurrencia deben quedar fuera de la ley. Si bien no se especificó cuáles son estas restricciones injustificadas, se asume que hacen referencia a las exigencias de contar con permisos especiales que exigían los taxistas.
“En tanto no existan modificaciones al marco jurídico, la Comisión (Cofece) sugiere considerar que cualquier interpretación podría resolverse en favor del interés general, es decir, permitiendo esta actividad ya que es una opción eficiente de movilidad que beneficia a los consumidores” agregó el organismo.
Les meten freno
Aunque la autoridad federal de competencia le da su apoyo a las ERTs en México, estas empresas siguen teniendo poderosos y agresivos opositores en el país, tanto en el sector público como en el privado.
Además de los incidentes de violencia en contra de los conductores registrados con las ERTs por parte de taxistas tradicionales, se han registrado operativos desplegados por autoridades de transporte, con apoyo policiaco, en lugares como la Ciudad de México y Monterrey.
En Monterrey, algunos de los operativos de la Agencia Estatal de Transporte (AET) de Nuevo León incluso contaron con la participación de taxistas que señalaban a los agentes cuáles autos detener por estar presuntamente participando con ERTs como Uber.
A esto hay que agregar las retenciones de vehículos afiliados a estas empresas realizadas en Guadalajara y en el Estado de México, cuyas autoridades niegan estarse enfocando particularmente en contra de cualquier ERT en particular e indican que las tratan como cualquier otro actor que preste servicios de transporte sin tener autorización.
Y aún donde las autoridades han dejado de realizar operativos contra las ERTs hasta que se resuelvan las lagunas legales que rodean el tema, organizaciones de taxistas han anunciado el lanzamiento de sus propios operativos en contra de estos servicios.
¿Son o no son?
La cuestión clave al momento de abordar el tema de Uber es definir si el servicio que ofrecen es o no equiparable al de los taxistas y así determinar la existencia o no de competencia desleal.
Las nuevas plataformas móviles se presentan como intermediarios entre los conductores y pasajeros, mientras que los taxis tradicionales conforman un tipo de servicio público abierto.
Cuando un usuario de Uber o Cabify solicita transporte, sabe perfectamente el nombre e historial del conductor que lo recogerá. Asimismo, queda un registro de cuándo y en dónde se recogió al pasajero.
En contraste, los taxis recogen pasajeros indeterminados en las calles, por lo que las autoridades deben procurar brindar seguridad a estos usuarios garantizando que los taxistas realmente son quienes aparentan ser. De ahí se deriva la necesidad de contar con permisos y licencias especiales.
“No estamos en el negocio de competir directamente con los taxis, más bien lo que estamos haciendo es ampliar el mercado de transporte en México, queremos ser una nueva opción de movilidad”, afirma José Eseverría, gerente de comunicación para Monterrey de Uber.