El senado estadounidense aprobó ayer una pieza legislativa clave para el avance del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), el mayor acuerdo comercial desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Después de seis meses de batallas legislativas, la medida fue aprobada mediante una inusual alianza entre la Casa Blanca (controlada por el Partido Demócrata) y legisladores del Partido Republicano.
La aprobación legislativa le dará autoridad fast-track al presidente Barack Obama. Ésta le permitirá negociar el TPP con los otros 11 países que lo componen sin después tener que enfrentarse a enmiendas por parte del Congreso que podrían echar abajo acuerdos previamente pactados.
La aprobación del TPP es crucial para los esfuerzos de acercamiento entre Estados Unidos y Asia, y representa uno de los principales objetivos del segundo mandato de Obama. Con el fast-track en mano, expertos prevén que las negociaciones del TPP podría concluir en cuestión de semanas.
El diario The New York Times reporta que la aprobación del TPP impulsará en 300 mil millones de dólares la producción económica del mundo, ya que en conjunto los 12 países cubiertos por el acuerdo representan el 40 por ciento de la economía global.
Además, debido a que los poderes del fast-track se mantendrán vigentes durante los siguientes seis años, esto da un impulso a las negociaciones de un acuerdo similar entre Estados Unidos y la Unión Europea.