Calles llenas, cuartos vacíos
Ahora no solo los brasileños muestran desilusión con el Mundial, pues los extranjeros tampoco están muy convencidos de ir.
El Fórum de Operadores Hoteleros de Brasil (FOHB) informó la semana pasada que en Sao Paulo aún están desocupadas 76 por ciento de las habitaciones para el mes de la Copa, mientras que en Río de Janeiro quedan libres 13 por ciento.
Significa que las dos ciudades sede tienen en conjunto un tercio de los cuartos vacíos.
Esto ocurre pese a que los hoteles de ambas urbes han rebajado sus precios entre un 20 por ciento y un 30 por ciento.
Pedro Pablo Cortés
Ahora no solo los brasileños muestran desilusión con el Mundial, pues los extranjeros tampoco están muy convencidos de ir.
El Fórum de Operadores Hoteleros de Brasil (FOHB) informó la semana pasada que en Sao Paulo aún están desocupadas 76 por ciento de las habitaciones para el mes de la Copa, mientras que en Río de Janeiro quedan libres 13 por ciento.
Significa que las dos ciudades sede tienen en conjunto un tercio de los cuartos vacíos.
Esto ocurre pese a que los hoteles de ambas urbes han rebajado sus precios entre un 20 por ciento y un 30 por ciento.
“Tenemos tiempo para intentar vender y montar circuitos en esas ciudades para ver si aún podemos revertir esa tasa de desocupación, que es mucho más baja en relación con el mismo período de años anteriores”, expresó a la Folha de Sao Paulo la directora de FOHB, Flávia Matos.
Expertos consideran que las protestas contra el Mundial, que inicia el 12 de junio, han creado una imagen de inseguridad en torno al país, pues algunos países europeos han emitido advertencias de seguridad sobre viajar a Brasil.
Incluso los brasileños apoyan la idea, pues solo 11 por ciento de ellos creen que la Copa traerá una fama positiva de Brasil, según la revista Veja.
Más desilusión
Ante una ola de promesas incumplidas por el Gobierno, las manifestaciones arreciaron la semana pasada en las calles de las sedes mundialistas.
“Edson Paulo Domingues, profesor de Economía de la Universidad Federal de Minas Gerais, afirma que el número total de empleos generados por el torneo es de 300 mil, apenas un 10 por ciento de las cifras que maneja el Gobierno”, informó El País.
En Río de Janeiro la gente está perdiendo las ganas de ver a su selección jugar.
Una encuesta de Unicarioca reveló la semana pasada que el 23 por ciento de los habitantes de esa ciudad dicen que no están interesados en el futbol, mientras que el 22 por ciento manifiesta que quiere que Brasil no gane.