Dos drones, un mexicano
Medios israelíes reportaron ayer la detención de un mexicano, ciudadano judío, que portaba dos drones (vehículos aéreos no tripulados, UAV por siglas en inglés) desarmados en tres maletas.
Juan Antonio ZertucheMedios israelíes reportaron ayer la detención de un mexicano, ciudadano judío, que portaba dos drones (vehículos aéreos no tripulados, UAV por siglas en inglés) desarmados en tres maletas.
Esta persona, que hasta el cierre de esta edición se desconocía su nombre, viajó desde la Ciudad de México a París y después a Tel Aviv a través de El Al Israel Airlines. Al tratar de avanzar por la línea de “nada que declarar” en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión, el más grande del país, los inspectores de la aduana le pidieron que abriera su equipaje. Según los reportes, las autoridades vieron un comportamiento sospechoso en el mexicano, lo que motivó la inspección.
En una fotografía difundida por la Tax Authority israelí se puede ver a uno de los dos drones semiarmado en una mesa. A juzgar por la imagen, se trata del modelo más pequeño de drones Orbiter UAV que fabrica la empresa Aeronautics Defense.
Según las especificaciones de su sitio, las dimensiones en su presentación más liviana alcanza los 2.2 metros de ancho de las alas y pesa 7 kilogramos; la presentación más grande puede medir hasta 4.2m y pesar 28kg.
Nunca antes se había visto que un vehículo no tripulado fuera confiscado en un aeropuerto. Los drones en México tienen una función de vigilancia y reconocimiento en la lucha contra las drogas gracias a que pasan desapercibidos a grandes alturas y cuentan con cámaras fotográficas o de video muy potentes.
La situación fue tan inusual, que los drones –o, en su defecto, las partes que lo componen– no están incluidos en la lista de “Artículos Prohibidos en Equipaje de Mano” del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
Ni siquiera aparece nombrado en la lista de la Administración Federal de Aviación (FAA en inglés) ni en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA en inglés), dependencias encargadas de señalar los objetos prohibidos a introducir en aeropuertos estadounidenses, reconocidos por tener las medidas más exhaustivas de seguridad.
Historial mexicano
El 16 de febrero de 2009, La Jornada publicó una breve nota de la agencia AFP en la que se comunica que “La policía mexicana comprará aparatos de vigilancia aérea por 22 millones de dólares a una fábrica de armas israelí” (Aeronautics Defense).
A mediados de diciembre de 2010, se reportó que uno de estos drones se había estrellado en El Paso, Texas. Según CNN, citando a un vocero de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB en inglés), se confirmó que el vehículo no tripulado era modelo Orbiter Mini UAV, diseñado por Aeronautics Defense Systems.
Según la explicación que el mexicano dio a las autoridades israelíes, el motivo de su viaje era la reparación de los dos drones supuestamente dañados que llevaba en sus maletas. Su intención era ir rumbo a Yavneh, a la fábrica de la compañía de las piezas, para repararlos.
Entre las piezas en su poder se encontraban los motores, las alas y las cámaras “profesionales y sofisticadas” de los aviones no tripulados, informó el sitio Arutz Shiva 7.
Lo que llama la atención, según los reportes disponibles, es la calma con la que el hombre ha explicado este enredo. Solo fue a Israel a llevar esas piezas a reparar.