Ecos de tragedias latinas
— Venezuela
Comenzó el intercambio de culpas en Venezuela a raíz del motín en una cárcel que provocó la muerte de medio centenar de reos y otras decenas más de heridos.
Lo que pretendía ser una purga de la prisión de Uribana, localizada en el estado de Lara, en Venezuela, terminó siendo un negro episodio que engrosa la lista de tumultos mortales en los centros penitenciarios de América Latina.
Jorge Mireles
— Venezuela
Comenzó el intercambio de culpas en Venezuela a raíz del motín en una cárcel que provocó la muerte de medio centenar de reos y otras decenas más de heridos.
Lo que pretendía ser una purga de la prisión de Uribana, localizada en el estado de Lara, en Venezuela, terminó siendo un negro episodio que engrosa la lista de tumultos mortales en los centros penitenciarios de América Latina.
El viernes pasado, la Guardia Nacional Bolivariana planeaba tomar el control del reclusorio con el objetivo de hacer una limpia de las armas de fuego que supuestamente poseían los presidiarios.
No obstante, el penal que presentaba una ocupación de 2 mil 650 reos, de acuerdo a cifras del diario español El País, estalló en violencia poco después de que el grupo perteneciente a las Fuerzas Armadas ingresaron.
El saldo de la tragedia fue de 50 muertos y otros 90 heridos, producto de los enfrentamientos entre bandas internas y las autoridades.
La sangre derramada salpicó a la política venezolana, ya de por sí polarizada, a raíz de la ausencia del presidente Hugo Chávez.
Varios gobernadores de oposición criticaron al chavismo, especialmente al poder Ejecutivo, por el manejo que le dieron a la crisis en la cárcel de Uribana.
El excandidato a la presidencia y gobernador del estado de Miranda Henrique Capriles Radonski declaró en un evento político: “En cualquier país, una situación como esa lo mínimo cambian a la persona que es responsable.
“Aquí el que lo hace peor es premiado. Aquí matan a un grupo de personas en una cárcel administrada por el Gobierno y se van a una cumbre. Despachan el asunto como si fuera un problema más”.
El gobernador del estado donde ocurrió el motín, Henry Falcón, deslindó a su administración de responsabilidades y dijo que le corresponde al Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Régimen Penitenciario dar números exactos de cadáveres.
“Uno oye la respuesta oficial y dice: ¡Dios mío! Estamos en las manos de Dios. Esa no puede ser la forma de llevar las cosas en el país”, dijo Capriles en declaraciones transmitidas por la cadena televisiva Globovisión.
Dicha televisora fue también objeto de ataques en la disputa dentro de la cúpula política venezolana.
Iris Varela, ministra de Servicios Penitenciarios, responsabilizó al medio audiovisual de haber incitado los enfrentamientos violentos registrados en el recinto penitenciario de Lara por haber difundir la información del operativo de las Fuerzas Armadas en busca de armas dentro de las instalaciones.
En un comunicado que publicó el medio venezolano El Universal, Globovisión calificó de “absurdas” las acusaciones de la ministra Varela.
Mientras los medios de comunicación y las autoridades se culpan mutuamente, la tragedia del viernes añade otros muertos más a la serie de hechos violentos ocurridos en cárceles venezolanas.
Basta recordar los anteriores motines, como el de agosto del año pasado en el cual fallecieron 25 presos en la cárcel de Yare o el de la prisión de Caracas de 1994, que fue uno de los más sangrientos con 108 muertos.
— Brasil
La justicia brasileña comienza a esclarecer lo ocurrido en el incendio del club nocturno “Kiss”, en Santa María.
Mauro Hoffmann, uno de los dueños del negocio y que era considerado como fugitivo, fue arrestado por la policía la tarde de ayer.
Oficiales también detuvieron a Elissandro Sphor, el otro copropietario de la discoteca, a Marcelo de Jesus dos Santos, miembro de la banda musical Gurizada Fandangueira y a Luciano Bonila, encargado de montar el escenario, informó el diario brasileño O Globo.
Los integrantes del grupo musical son los principales sospechosos de haber iniciado el incendio en el que murieron 231 personas, ya que presuntamente utilizaron pirotecnia en su actuación, la cual estaba prohibida.
La fiscal Waleska Agostini declaró que los testimonios recabados apuntan a que Hoffmann y Sphor ordenaron eliminar la evidencia contenida en las cámaras de circuito cerrado.
Los videos hubieran podido esclarecer, entre otras cosas, si el personal de seguridad de la discoteca efectivamente bloqueó las salidas para evitar que los asistentes escaparan cuando el fuego comenzó, previniendo que “salieran sin pagar”.
Agostini informó que la decisión de utilizar la pirotecnia fue de Marcelo dos Santos, quien ordenó a Luciano Bonila accionarla durante la presentación.
El recinto “Kiss” tenía, además, vencida la licencia del Plan de Prevención contra Incendios desde agosto de 2012.
Las investigaciones apuntan a que en la madrugada del domingo 27 de enero, cientos de jóvenes, principalmente universitarios, se congregaron en el club nocturno con capacidad para unas mil personas
Alrededor de las 2:30 am, uno de los miembros del grupo Gurizada Fandangueira utilizó un artefacto de pirotecnia que incendió el plástico aislante de sonido instalado en el techo del lugar, provocando el incendio.
Los presentes buscaron escapar de las llamas, pero la única ruta de evacuación fue bloqueada por unos momentos por la seguridad del lugar.
Además, la densidad del humo provocó que algunas víctimas confundieran los baños con las puertas de salida quedando atrapados.
De acuerdo a medios brasileños, la mayoría de los fallecidos tenían entre 16 y 20 años de edad.