El enemigo es otro
“Aquellos que revelan violaciones a los derechos humanos deben ser protegidos: los necesitamos”, advirtió ayer Navi Pillay, la alta comisionada en Derechos Humanos de la ONU, en referencia al exanalista Edward Snowden, quien evidenció el espionaje masivo que realiza la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), y a quien el Gobierno estadounidense busca aprehender.
Bernhard Buntru“Aquellos que revelan violaciones a los derechos humanos deben ser protegidos: los necesitamos”, advirtió ayer Navi Pillay, la alta comisionada en Derechos Humanos de la ONU, en referencia al exanalista Edward Snowden, quien evidenció el espionaje masivo que realiza la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), y a quien el Gobierno estadounidense busca aprehender.
Tras la presentación del informe sobre el espionaje gubernamental “The right to privacy in the digital age” (El derecho a la privacidad en la era digital), Pillay le dio crédito a Snowden por desatar un debate global sobre los poderes del Estado para monitorear las actividades de sus ciudadanos en Internet y recopilar su información.
“Sus revelaciones reflejan la necesidad de transparencia y de consulta”, dijo en Ginebra, Suiza, la más alta funcionaria de derechos humanos de la ONU. “Le debemos mucho a él por dar a conocer este tipo de información”.
Aunque Pillay se rehusó a opinar sobre si Barack Obama debería perdonar a Snowden, expresó que espera que los argumentos que ella planteó puedan servirle al exanalista para evitar ser acusado criminalmente.