En busca de un pacto
Después del insuficiente triunfo del Partido Popular en las elecciones del 20D ha quedado claro que Mariano Rajoy deberá buscar una alianza con la oposición para poder gobernar cuatro años más.
En teoría existen opciones para salir adelante y evitar aplazar la investidura del presidente. Sin embargo, las diferencias entre las cuatro principales fuerzas políticas pueden hacer que España comience el año nuevo sin claridad política.
Una vez que se logre designar a un presidente lo siguiente tampoco será fácil.
Sergio Almazán
Después del insuficiente triunfo del Partido Popular en las elecciones del 20D ha quedado claro que Mariano Rajoy deberá buscar una alianza con la oposición para poder gobernar cuatro años más.
En teoría existen opciones para salir adelante y evitar aplazar la investidura del presidente. Sin embargo, las diferencias entre las cuatro principales fuerzas políticas pueden hacer que España comience el año nuevo sin claridad política.
Una vez que se logre designar a un presidente lo siguiente tampoco será fácil.
El candidato elegido (no hay opciones femeninas por el momento) tendrá que administrar el país apoyado por una minoría en las Cortes Generales.
Los pactos y el diálogo no sólo serán indispensables para dar el primer paso y establecer un nuevo gobierno, sino que estos se convertirán, de ahora en adelante, en partes fundamentales de la nueva cultura democrática española.
A pesar de que el PP obtuvo 123 escaños no alcanzó los 176 que necesitaba para gobernar con una mayoría absoluta. La falta de ésta puede incluso resultar en que después de las negociaciones, el presidente elegido no pertenezca a la fórmula política que ganó las elecciones.
Rajoy todavía puede perder las llaves de La Moncloa.
Tres posibles pactos
1. PP y PSOE
Suena muy improbable, pero en la realidad una alianza entre el PP y el PSOE es la única que conseguiría una mayoría absoluta. Entre los dos partidos alcanzarían 213 escaños y esa sinergia sería imbatible en las Cortes Generales.
La decisión de llevar a cabo o no esta alianza recae en los socialistas. No obstante, Pedro Sánchez fue muy claro y ya ratificó tajantemente la imposibilidad de pactar con el partido de Rajoy.
Además, el líder del PSOE ha perdido mucho de su capital político tras la caída de su partido el domingo pasado y es difícil que logre los apoyos necesarios para cambiar de opinión.
En el Reino Unido se dio un caso similar en 2010 cuando el partido conservador pactó con los liberales demócratas para formar un gobierno de coalición.
A la larga el resultado perjudicó a los liberales, quienes perdieron credibilidad y cayeron en la elección general de mayo pasado. Esta será otra lección que puede impedir que el PSOE se decida por esta opción.
Asimismo, el PSOE mantiene su posición de derogar la reforma laboral y anular la ley orgánica para mejorar la educación, ambas propuestas centrales para el Partido Popular.
2. PP y Ciudadanos
Ciudadanos y PP son ambos partidos de derecha. Sin embargo, Ciudadanos ha dicho desde su creación que no sólo es un partido de centro, sino que además no está de acuerdo con el liderazgo impuesto por Mariano Rajoy.
Una alianza entre estos dos partidos alcanzaría un total de 163 escaños en el Congreso de Diputados y sería insuficiente para gobernar con mayoría.
Este posible pacto dejaría a la dupla PP + Ciudadanos únicamente dos diputados por encima de una hipotética unión de todas las izquierdas (PSOE, Izquierda Unida y Podemos con sus aliados regionales).
Más allá de no tener la mayoría absoluta, esta fórmula es más factible y permitiría la investidura de un presidente después de una segunda votación, pero es muy probable que en ese caso Ciudadanos exija que el PP proponga una alternativa a Mariano Rajoy.
En este escenario el PSOE podría abstenerse y con eso no comprometer su credibilidad política.
Los partidarios de Ciudadanos no creen que ésta sea la mejor opción para el futuro del nuevo partido. De imponerse un gobierno del PP apoyado por Albert Rivera, su partido perdería relevancia entre los votantes conservadores que buscaban un cambio de estafeta.
Finalmente, este pacto también podría resultar en abstenciones de PSOE y de Ciudadanos, lo cual lograría también investir a Mariano Rajoy en una segunda vuelta.
3. Todas las izquierdas: PSOE, Podemos e Izquierda Unida
Pablo Iglesias y Mariano Rajoy no llegarán a ningún pacto. Eso es un hecho.
Resulta más realista pensar que una acuerdo puede darse entre Podemos, el Partido de Pedro Sánchez y todas las demás izquierdas. Entre todos podrían crear una gran coalición de opositores no conservadores.
El gran problema para esta opción radica en que varios de los partidos más pequeños son nacionalistas que buscan la independencia de sus regiones.
El PSOE ha dicho una y otra vez, que no apoyará un referendo independentista en Cataluña, lo cual sirve como ejemplo para evidenciar la dificultad que rodea a este pacto.
Para algunos analistas Podemos, el partido que más ganó en la elección del domingo, podría ser el más beneficiado de esta coalición, ya que se acercaría a los segmentos menos radicales del socialismo español.
De la misma forma, muchos creen que precisamente ese factor es algo que desdibujaría la ventaja competitiva que Pablo Iglesias trató de enarbolar desde la creación de Podemos.
Aun así, en caso de que estos actores lograran ponerse de acuerdo el funcionamiento de este gobierno sería sumamente complicado. Las diferencias entre las izquierdas y los nacionalistas y entre las mismas izquierdas son, en algunos aspectos, abismales.
El rey no decide todo
Felipe VI, rey de España, deberá decidir a mediados de enero quién será el partido que tendrá la oportunidad de intentar formar un gobierno.
El candidato deberá entonces obtener una mayoría absoluta y si no logra conseguirlo un voto de mayoría simple se emitirá 48 horas después.
Si el candidato elegido vuelve a perder, el Rey deberá elegir a un nuevo candidato. Si no se forma un gobierno en dos meses, se deberá convocar a nuevas elecciones generales.
Todo indica que el Rey Felipe le dará la oportunidad al PP y a Rajoy de formar un gobierno, pero esto no es una garantía de que el actual presidente seguirá al frente del país.
El papel de Felipe VI
> Decide qué partido tiene prioridad para intentar formar gobierno.
> Si el candidato de ese partido no gana, el rey elegirá a un nuevo candidato.
> Si el segundo candidato no gana habrá nuevas elecciones.