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De ser héroes y representar esperanza para miles de africanos afectados por el ébola, médicos voluntarios pasan a simbolizar un peligro para algunos políticos de Estados Unidos (EU).
Algunos gobernadores han impulsado una cuarentena forzosa para aquellos trabajadores de la salud que regresan de su voluntariado en los países africanos afectados por el brote del ébola: Guinea, Sierra Leona y Liberia.
El escándalo estalló este fin de semana, cuando el gobernador de Nueva Jersey, el republicano Chris Christie, ordenó aislar por 21 días a la enfermera Kaci Hickox, quien regresó al país tras pasar un mes en África como voluntaria de Médicos Sin Fronteras.
Christie, uno de los presidenciables favoritos de su partido para las elecciones del 2016, aseguró que Hickox estaba “obviamente enferma” cuando arribó al Aeropuerto de Newark el viernes.
La mujer estuvo encerrada en una carpa fuera del Hospital Universitario de Newark, donde sólo había un baño portátil, pero sin regadera ni televisión, según unas fotos que envió con su celular a CNN.
Pero los problemas surgieron cuando se descubrió que la enfermera no presentaba síntomas, ni estaba infectada con el virus, por lo que contrató un equipo de abogados civiles que demandarán a Christie por violar sus derechos humanos.
“Poner en cuarentena a todos, cuando tú no puedes predecir quién podría desarrollar ébola o no, y forzarme a estar por 21 días sin mi familia, ponerme en este estrés físico y emocional es completamente inaceptable”, dijo Hickox a CNN.
“Siento que mis derechos humanos han sido violentados”, añadió la trabajadora de la salud, quien desde un inicio pretendía aislarse por su cuenta, pero en su propio hogar.
La estadounidense recibió el respaldo de la Casa Blanca, el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), activistas e institutos médicos y de salud pública, que además afirman que una persona asintomática no puede contagiar la enfermedad a otros.
Ante la presión legal y de la opinión pública, Christie canceló la cuarentena la tarde de ayer y le permitió a la mujer ir a su casa, ubicada en el estado de Maine.
“Hasta este punto, ella está siendo sujeta a maquinaciones políticas. Mi entendimiento es que las personas médicas dicen que ella está bien y debería ser libre. Ahora son sólo ramificaciones políticas”, dijo a The New York Times el abogado de Hickox, Steven Hyman.
Voluntariado en riesgo
La medida que impulsó Chris Christie, quien obtuvo el apoyo de su homólogo de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, preocupa a la comunidad de médicos, quienes advierten que podría desincentivar a los voluntarios de ir a África.
“Todos nosotros necesitamos dejar claro lo que estos trabajadores de la salud significan para nosotros y cuánto valoramos sus servicios, cuánto apreciamos su contribución”, argumentó en NBC la embajadora de EU en la ONU, Samantha Power.
Otros estados, como Florida e Illinois también apoyan una cuarentena forzada, algo que los expertos interpretan como una medida con motivos políticos, pues son entidades que disputarán elecciones de medio término.
“Necesitamos repensar esto con ciencia y razón”, expresó a USA Today, Robert Glatter, del hospital Leonox Hill de Nueva York, “esto va a desmotivar a los trabajadores de la salud de ir a la fuente (de la enfermedad), que es donde necesitan estar”.
Golpe a Christie
Los medios también se unieron a las críticas contra el gobernador de Nueva Jersey, al defender a la enfermera afectada por la cuarentena.
“Kaci Hickox trató a pacientes de ébola en el oeste de África. Ella es un héroe”, escribió ayer Dan Diamond en Forbes, “desde que llegó a casa, a Estados Unidos, ella ha sido tratada como un criminal”.
En el artículo “Kaci Hickox-1, Chris Christie-0”, The Washington Post publicó que el republicano quería aventajarse de la situación, pero que la enfermera no lo permitió.
En esto coincidió el colaborador de Time, Alex Altman.
“Este episodio ilustró los impredecibles riesgos de jugar a la política con un virus letal”, apuntó Altman ayer, “en una época de campaña que ha sido más acerca del miedo que de la esperanza, el ébola se ha convertido en el jefe de los villanos”.
Hickox dejó entrever que ya sabía de las motivaciones políticas de Christie.
“(Sus decisión) no está basada en ninguna evidencia clara de salud pública”, enfatizó a CNN, “no es la recomendación de expertos en medicina y salud en este momento. Tenemos que ser muy cuidadosos acerca de permitir que los políticos tomen decisiones médicas y de salud pública”.